Lo busqué, mas no lo hallé.
Cantares 3:1
De la pluma de Charles Spurgeon:
Dime exactamente dónde perdiste tu comunión con Cristo y te diré dónde podrías redescubrirlo. ¿Lo dejaste en el clóset, en lo que consideraste que era una oración sin respuesta? Entonces tu clóset de oración es donde debes buscarlo.
¿Acaso perdiste la comunión con Cristo por culpa del pecado? Entonces la única manera de encontrarlo es abandonar tu pecado y requisar con la ayuda del Espíritu Santo cualquier aspecto de tu vida o tu cuerpo en los que todavía permanezca la lujuria por el pecado. ¿Dejaste a Cristo por desatender las Escrituras? Entonces debes hallarlo en las Escrituras.
El dicho: «Busca lo perdido donde lo hayas perdido porque allí estará» también se aplica en este caso. Por eso, busca a Cristo donde lo hayas dejado, porque él no se ha movido de allí. No obstante, volver en busca de Cristo requiere esforzarse.
En El progreso del peregrino, John Bunyan (1628-1688) nos relata que el peregrinoJohn Bunyan (1628-1688) nos relata que el peregrino descubre que el camino más difícil por el cual transitó es el de regreso a la glorieta de la colina donde se le había caído el pergamino.
Viajar treinta kilómetros hacia adelante siempre será más sencillo que tener que regresar aunque solo sea un par de kilómetros. Por lo tanto, una vez que descubres a tu Maestro, tienes que ser muy cuidadoso. Debes aferrarte a él.