Ahora jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer.
—1 REYES 5:4
EL LIBRO DE Jueces (traducido como “libertadores”) nos muestra la misericordia de Dios para liberar a Israel de sus enemigos. El resultado fue que la tierra tuvo reposo.
Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusan-risataim rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim. Y reposó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.
—JUECES 3:9-11, ÉNFASIS AÑADIDO
Así fue subyugado Moab aquel día bajo la mano de Israel; y reposó la tierra ochenta años.
—JUECES 3:30
Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová; Mas los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza. Y la tierra reposó cuarenta años.
—JUECES 5:31
No debería haber temor alrededor del ministerio de liberación en usted o en alguien más. El temor es lo que usa el enemigo para evitar que busquemos liberación y seamos hechos libres para encontrar reposo en Cristo.
¡El día en que usted puede ser hecho libre de todos sus enemigos espirituales y luego ser equipado para mantenerse libre es un buen día! La liberación está diseñada para hacerlo entrar en reposo.
La liberación de los demonios lo hará entrar en reposo. El reposo es paz (shalom) y prosperidad. Paz es una palabra todo incluyente que abarca prosperidad, seguridad, salud, protección, ser fructíferos y abundancia.
Según la definición hebrea, podemos sustituir la palabra prosperidad con shalom (paz).
La religión nos ha condicionado para creer que la vida debería estar llena de problemas y que un día por allí nos iremos al cielo y que entonces tendremos paz y reposo de todos nuestros enemigos. La paz y el reposo no es solamente para el cielo, sino también para aquí y ahora en la Tierra. No es algo que vendrá un día. Está aquí y es suyo.
Jesús es el Príncipe de Paz, y mora en su corazón a través de la persona del Espíritu Santo. Su paz es sobrenatural. Ya está hecho. Todo lo que tiene que hacer es caminar en fe y es suyo. Sus días no deberían estar llenos de problemas.
Eso no significa que no vayan a haber problemas, pero puede levantarse y decirle a los problemas que se vayan. Usted no tiene que vivir una vida de preocupación y ansiedad. La paz es suya. La prosperidad es suya. Incluso cuando vengan los problemas, no deberían quitarle su paz. La paz es lo que usted tiene como santo de Dios.
El evangelio es que Jesucristo vino y murió para que usted pudiera experimentar el shalom de Dios. El castigo—el precio—de nuestra paz fue sobre Él. Fue golpeado y crucificado para que pudiéramos tener paz. Todos los que creen y vienen bajo el gobierno del Mesías pueden tener paz.
Usted puede tener prosperidad y vivir en seguridad, y todas las malas bestias serán expulsadas de su vida. Usted no será atormentado por los demonios. Usted tendrá la bendición de Dios. Es la garantía de su pacto de paz. Le pertenece a los santos de Dios. Así que no importa lo malas que lleguen a ser las noticias, no permita que el diablo le quite su paz y su shalom.
No importa que esté sucediendo, diga: “Jehová Shalom, tú eres mi paz. Eres mi prosperidad. Eres el que me da shalom. Me rehúso a ser atormentado por el diablo, a ser molestado, acosado, oprimido, empobrecido o quebrado.
Me rehúso a no tener la paz de Dios porque Jesús fue castigado por mi paz. Soy un santo de Dios. Estoy en un pacto. Tengo derecho a la paz. Puedo caminar en ese pacto. Caerán a mi lado mil, y diez mil a mi diestra; mas a mí no llegará porque tengo un pacto de shalom”.
Si usted se llama hijo de Dios, pero no experimenta paz y reposo, y su vida está rodeada de mucha contienda y confusión, algo anda mal. Necesita estar al tanto de quién es usted en Cristo, la autoridad que le ha dado y el arsenal de armas con las que lo ha equipado para luchar y ganar su paz de vuelta. La paz es su derecho como hijo de Dios.
Algunas veces podemos estar tan inmersos en el conflicto que comenzamos a pensar que es normal tener problemas. Algunos no consideran estar viviendo a menos que sea difícil. Pero eso no es por lo que Jesús murió para que usted tuviera. Él dice:
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
—MATEO 11:28
Dios nos da reposo de nuestros enemigos y convierte nuestra tristeza en gozo.
Como días en que los judíos tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes que de tristeza se les cambió en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres.
—ESTER 9:22
Dios le dio a David reposo de sus enemigos.
Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor.
—2 SAMUEL 7:1
Jesús liberó a un hombre de un demonio en día de reposo en la sinagoga (Marcos 1:21-25). El día de reposo es una imagen del reposo que se encuentra en Cristo. Jesús desató a una mujer del poder de Satanás en día de reposo (Lucas 13:16).
Usted puede tener una buena vida. Este libro le dará las herramientas y las armas que necesita para ordenar tener buenos días en su vida, para estar en paz y lleno de bendición y prosperidad. Será fortificado y facultado para hablar bendición y prosperidad sobre sus vecinos, sus atribulados familiares y sus compañeros de trabajo. Usted entonces no solamente tendrá paz en su vida, sino que también se convertirá en un pacificador.
La gente próspera es gente llena de paz. Son bendecidos. Tienen más que suficiente. Aman la vida y ven días buenos. Son ciudadanos del Reino de Dios celestial porque han sido redimidos de las maldiciones del pecado y de la muerte.
El Señor también ha ordenado paz y reposo hacia usted. Ha establecido la victoria para usted sobre todo poder del enemigo. Los demonios son enemigos. Son enemigos de la paz, el gozo, la salud y la prosperidad. La liberación le dará reposo y la guerra espiritual le dará el entrenamiento, las estrategias y la resistencia para que pueda seguir viviendo abundantemente bajo las bendiciones de pacto de Dios.