El pastor de hoy enfrenta múltiples exigencias a causa del aumento del estrés social. Stephen F. Olford realizó un informe donde señala que hay casi 70.000 púlpitos vacantes en los Estados Unidos. Las cinco causas principales de esa frustración son: 1) Confusión vocacional; 2) Quiebre moral; 3) Esterilidad bíblica; 4) Bancarrota espiritual y 5) Confusión emocional.
H. B. London, Jr. y Neil Wiseman dicen: “La sociedad no puede florecer sin pastores llenos de Dios. Las exigencias del ministerio asfixian el alma de los pastores. La pregunta es porqué deben desperdiciar energía en temas triviales cuando el diablo amenaza con
destruir a la humanidad.”
La mayor causa de estrés en los pastores es producto de la exagerada expectativa de la gente. El pastor está atrapado entre lo que Dios lo llamó a hacer y lo que la gente espera que haga. Se espera que sea administrador, experto en relaciones públicas, consejero, recaudador de fondos, gran predicador, brillante docente y amigo personal.
Tantas presiones lo paralizan y debilitan su espíritu. El pastor necesita controlar ejes claves: ¿Cuál es el origen de esas expectativas? ¿Son de Dios? ¿Son de la gente? ¿Quién decide lo que los pastores deben hacer?.
Un pastor debe estar por sobre las expectativas de la gente y alinearse con las de Dios. Jesús fijó el modelo cuando dijo: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra” (Juan 4:34). Nuestro Maestro tuvo que lidiar con las presiones del ministerio. En Lucas 8:22-56, Jesús enfrentó algunas de las exigencias que enfrentamos hoy. En estos pasajes vemos:
LA GENTE QUE REQUIERE AL MINISTRO
En Lucas 8 Jesús busca un lugar dónde descansar. Los hechos ocurrían en Su día libre. Una de las mayores causas de estrés en la vida ministerial es la continua exposición ante la gente.
Lucas 8 revela cómo Jesús respondió a la gente que demandaba su atención. Cada circunstancia es estresante:
1. Jesús lidió con la incredulidad (Lucas 8.22-25). El primer encuentro fue entre Jesús y sus discípulos. Jesús dormía cuando ellos enfilaron su barca hacia una zona de tormenta y se encontraron en problemas. Cuando despertaron a Jesús, El calmó la tempestad y les preguntó dónde estaba su fe. Lidiar con el descreimiento es estresante. Moisés es un ejemplo. Pastoreó a una congregación que pasó 40 años segando las consecuencias de su poca fe.
2. Jesús ministró a deprimidos y desilusionados (Lucas 8.26-39). Cuando fue a la región de los Gadarenos halló a un hombre acosado por problemas mentales. El agotamiento emocional sigue luego de ministrar a personas cuyas vidas están abrumadas.
3. Jesús enfrentaba la muerte todos los días (Lucas 8.40-42; 49-56). La Biblia describe a Jairo, quien apela a Jesús cuando una hija de está muriéndose. Los pastores conocen el dolor de ministrar a gente cuando ronda la muerte. Los pastores pueden sentir que carecen de herramientas o palabras para esos momentos. Es tremendamente estresante.
4. Jesús lidió con la desesperación (Lucas 8.43-48). La Biblia habla de una mujer que sufría de flujo hemorrágico por años y había perdido la salud, el dinero y todas sus esperanzas. Ministrar a los desesperados socava nuestra energía emocional y espiritual.
LOS PRINCIPIOS QUE SOSTIENEN AL MINISTRO
En Lucas 8.22-56 vemos cuatro cosas que Jesús hizo para resolver las demandas del ministerio:
1. Descansó (Lucas 8.22-23). Jesús sugirió descanso para predicadores desalentados.
2. Jesús nunca estaba apurado. Ministraba
3. Hacía una cosa por vez. No calmó la tempestad, echó fuera demonios, resucitó muertos y restauró al enfermo, todo al mismo tiempo. Algunos ministros parecen prestidigitadores al tratar de hacer demasiadas cosas.
4. Jesús se rodeó de gente positiva y de oración. Cuando fue a la casa de Jairo pidió que salieran aquellos que cargaban dudas o críticas. Sólo Pedro, Santiago, Juan y los padres de la niña recibieron permiso para quedarse en la casa. Tome distancia de los incrédulos o dubitativos.
Rodéese de gente positiva y de oración. ¡Pastores, no bajen los brazos! Hay fuerza, esperanza, ayuda y estímulo para cada uno de ustedes por parte del Señor. Practiquen estos principios que ayudan a sustentar el ministerio.
Roger Willmore es pastor de la Primera Iglesia
Bautista de Weaver, Alabama en E.U.A.