Amense Unos a Otros | Devocional Diario
Juan 15:12-13
“Mi mandato es este: Ámense los unos a los otros como Yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.” Juan 15:12-13
¿Alguna vez ha sido amado entrañablemente? ¿Ha tenido algún momento donde alguien ha ido más allá de lo requerido para demostrarle su amor y bondad? El piropo fue demasiado bonito, la propina muy grande, el diamante en el anillo inmenso. Nada de esto se puede comparar con el amor de Dios.
En estos versículos vemos lo que Jesús quiere para nosotros y lo que quiere que hagamos. Él quiere que amemos con el amor.
En realidad, Jesús nos manda a amar. NO es una sugerencia agradable, es la pasión de su corazón por nosotros. ¿Pero cómo podemos amar como Jesús ama? Por nosotros mismos eso es imposible, pero sí podemos aprender siguiendo su ejemplo. Si queremos aprender a amar debemos tocar, ver, imitar y probar la manera en la que Él ama. Él dio su vida por nosotros. ¿Quieres aprender a amar a otros? Piensa en cómo nos ama Jesús a nosotros. Nuestro amor por otros debe fluir de esa verdad, de cómo sabemos que somos amados por Él.
La mayor lección de su vida la encontramos en su muerte. Solo por un momento vengan a la cruz donde Jesús dio su vida por sus amigos. El escritor Max Lucado nos permite caminar hasta la cruz. Le sugiero que lea este párrafo varias veces: “Quédate un rato en el calvario. Pasa un dedo por la madera y deja que uno de los clavos pruebe tu piel. Prueba un poco de ese vino barato y deja que una de las espinas en tu frente sienta el dolor. Toca la tierra pintada con la sangre de Dios. Permita que las herramientas de tortura le cuenten la historia, deja que le digan lo que hizo Dios para ganar tu corazón.” (Del libro Él Escogió los Clavos, Word Publishing 2000).
¡Cuánto nos ama Dios a nosotros! El amor de Dios excede cualquier otro amor. Él no tiene necesidades de ego, la realidad es que su amor no se basa en llenar alguna necesidad. Él no tiene lugares vacíos. Él es amor. Nosotros tenemos la necesidad humana de amar y ser amados. Dios solo ama.
No podemos amar de la misma manera que Dios nos ama a nosotros, pero sí podemos amar como Él nos amó. Podemos dar sacrificialmente. Podemos invertir nuestras vidas en otros por Cristo. Podemos amar no basado en lo que otros nos pueden dar, sino en lo que Él ya nos ha dado. Esto es el corazón del Evangelio. Jesús ama a este mundo que muere y que está perdido y ahora nosotros tenemos que hacer lo mismo. “¡Llévame a la cruz, querido Jesús, porque es allí donde aprendo a amar extravagantemente!
¿Cómo nos ha amado Jesús? ¿Quién necesita que le ames entrañablemente?
Oración: Dios, muéstrame hoy a la persona indicada para mostrarle amor de la misma manera como Tú lo has amado. Amén.