Gedeón, el líder elegido por Dios para liberar a Israel. Su historia inspira confianza en Dios y victorias imposibles.
EL PODER DE GEDEÓN: ¿QUÉ ES?
Bosquejo Bíblico para predicar de Jueces 6:11-24
Hay en estos versículos unas declaraciones notables y chocantes. En particular, obsérvese vv. 12 a 14. «Ve con esta tu fuerza.» ¿Fuerza? ¿Qué fuerza? Estaba escondiéndose de los madianitas. Hay nueve elementos en esta fuerza.
I. Una experiencia personal concreta (v. 12). La nuestra debería ser una religión de pronombres personales.
A no ser quien quiere dedicarse a la obra haya tenido una experiencia personal definida de salvación no debería emprenderse ninguna obra para el Señor. Primero, «escóndete», y solo después «muéstrate» (1 Reyes 17:3; 18:1).
Primero debe haber un ocultamiento en la «Roca de la Eternidad, abierta para mí»; luego se puede salir a llevar a cabo servicio para Él.
II. La complacencia divina. El Señor lo miró (v. 14), con aquella sonrisa que tanto significaba:
1 Su sonrisa es una ayuda y poder maravilloso.
2 Es una ayuda en la perturbadora travesía de la vida.
3 Ayudará en el espinoso camino de la obra cristiana.
«Aún le tengo de alabar por la salud que de su rostro viene» (Sal. 42:5, V.M.) dijo el salmista, esperanzado y lleno de certidumbre.
III. Un sano descontento. «¿Por qué nos ha sobrevenido todo esto?» (v. 13).
1 Nunca nos contentemos con la existencia de los males sociales y morales del mundo.
2 Nunca perdamos nuestro horror contra el vicio por una mortífera familiaridad.
IV. Una apropiada humildad. «Yo [soy] el menor» (v. 15).
1 Y lo decía de verdad.
2 Existe la falsa humildad.
3 ¡Qué gran poder tiene la humildad! (La rama que más fruto da es la que más se abaja.)
V. La compañía divina (vv. 12 y 16).
1 Nunca salgas solo. Cuídate que Él siempre esté contigo.
2 En cierto sentido nunca estamos solos, porque Él es el Omnipotente. 3. Pero no tengas presunción; no des nada por supuesto.
VI. Un maravilloso desprendimiento (vv. 12 y 13).
1 El Señor dijo: «Contigo», no refiriéndose a Israel; pero Gedeón se envolvió en su pueblo.
2 La respuesta del Señor a Moisés y a todos sus siervos es: «Yo estoy contigo».
3 La expresión del Señor: «Ciertamente».
4 Su presencia nos hace poderosos.
VII. Una intercesión que prevalece.
1 El poder de la oración en el servicio cristiano ha sido frecuentemente destacado.
2 Repasa de rodillas los puntos de tus sermones y discursos.
3 Ora más en tu obra cristiana.
VIII. Lealtad y creencia en la Palabra de Dios.
Él creyó, y se dirigió a cumplir su misión fiado en la Palabra de Dios.
IX. Una comisión definida. «¿No te envío yo?»