Las Bendiciones de los Cristianos

El pensamiento clave de este capítulo es la pronunciación de las bendiciones que tenemos como creyentes.

Efesios 1
El pensamiento clave de este capítulo es la pronunciación de las bendiciones que tenemos como creyentes, las bendiciones espirituales que nos nuestras en Cristo (1:3). Pablo nos informa que cada persona de la Deidad nos ha bendecido (vs. 1-14), y luego ora que podamos comprender estas bendiciones y el poder que pueden ser en nuestras vidas. (vs. 15-23)

I. Bendiciones del Padre, 1:1-6

1. Nos ha escogido (v. 3-4)
Esta es la maravillosa doctrina de la elección; doctrina que no podemos explicar completamente
pero de la que sí podemos disfrutar plenamente. No tratamos de soslayar el misterio de la gracia. Dios no nos escogió por nosotros mismos; nos escogió en Cristo, por gracia. Note 1 Corintios 1:26- 29; 2 Tesalonicenses 2.13-14 y Juan 6:37.

2. Nos ha adoptado (v. 5)
La elección se refiere a personas; la predestinación a propósitos. Dios nos elige para que seamos santos (apartados, separados), luego nos predestina para que tengan lugar ciertos propósitos en nuestras vidas (véase Romanos 8:28ss). “Adopción” en el NT es el acto oficial de un padre cuando coloca a un hijo menor es situación de plena edad adulta. No es tomar a un extraño; es colocar a un pariente en los privilegios y bendiciones de la edad adulta. Esto quiere decir que incluso en creyente más pequeño ¡TIENE TODO LO QUE CRISTO TIENE!

3. Nos ha aceptado (v. 6)
Por nosotros mismos no somos aceptables a Dios; pero en Cristo “nos hizo aceptos,” según la versión Reina Valera. Léase en la Epístola a Filemón una hermosa ilustración de esto. Pablo escribió: “Recibe a tu esclavo Onésimo como a mí mismo.” Aun cuando hemos pecado, Cristo le dice al Padre: “Recibe a este santo como me recibirías a mí.” Siga el rastro en las cartas de Pablo de esa frase maravillosa “en Cristo”; ¡se entusiasmará!

II. Bendiciones del Hijo, 1:7-12.

1. Nos ha redimido (v. 7a)
Al dar su vida en la cruz, Cristo nos compró de la esclavitud del pecado. Tenemos una redención presente en la que él nos ha librado de la pena y del poder del pecado; y tenemos una redención futura (v. 14), cuando Cristo nos libre de la presencia del pecado, cuando vuelva.

2. Nos ha perdonad (v. 7b)
La palabra “perdonar” literalmente quiere decir “enviar lejos.” El pecado es una carga terrible que se envía lejos cuando el pecador acude a Cristo. Cristo llevó la carga en la cruz. (1 Pedro 2:24) El cuadro de esto es el chivo expiatorio del Día de la Expiación, enviado al desierto. (Levítico 16:20- 22)

3. Nos ha revelado la voluntad de Dios (vs. 8-10)
Un “misterio” es una verdad divina que se conoce sólo mediante revelación. En Cristo somos parte del propósito divino eterno de “reunir todas las cosas en Cristo.” Este mundo presente está cayéndose en pedazos; hay guerra, pleitos, y separación. Pero un día, Dios va a hacer surgir una nueva creación, “con todas las cosas en Cristo.”

4. Nos ha hecho herederos (vs. 11-12)
Dios no sólo que nos ha dado una herencia en Cristo (1 Pedro 1:3-4), sino que ¡nos ha hecho herencia para Cristo! La iglesia es su cuerpo, templo, y esposa; y un día compartiremos su gloria. ¡Qué futuro nos espera!

III. Bendiciones del Espíritu, 1:13-14

1. Nos selló (v. 13)
Este importante versículo bosqueja el camino de salvación. El pecador oye la palabra de verdad, confía en Cristo, recibe al Espíritu Santo y es sellado para siempre. “Cuando oyeron” indica la realidad de que el Espíritu entra en el corazón el instante en que el pecador confía en Cristo. Ese sello quiere decir que Dos nos posee y nos guardará. ¡Nadie puede romper el sello de Dios!

2. Nos ha dado una garantía (v. 14)
“Arras” (RVR60) o garantía en los negocios quiere decir el dinero que se da como enganche o entrada para una propiedad que se compra. Cristo ha comprado nuestro futuro para nosotros, pero todavía no hemos entrado en todas las bendiciones. Dios nos ha dado SU ESPíRITU como “enganche” para asegurar que recibiremos la redención total y recibiremos en gloria las bendiciones divinas prometidas.

Note que al final de cada una de esas secciones Pablo dice POR QUé el Padre, el Hijo y el Espíritu nos ha dado estas bendiciones: “Para alabanza de su gloria”. (v. 6, 12, 14b) ¡La salvación es por gracia y para la gloria de Dios! Dios no tiene que salvar a nadie, cuando salva al pecador lo hace PARA SU PROPIA GLORIA.

IV. Oración por Entendimiento, 1:15-23

Hay dos oraciones en Efesios: (1) Que lo conozcan, 1:15-23; y (2) que puedan ser (3:13-21). La primera pide iluminación, la segunda capacitación. Pablo ora primero que podamos conocer lo que Cristo ha hecho por nosotros; luego ora que podamos vivir en forma práctica esas maravillosas bendiciones y ponerlas por obra en nuestras vidas diarias. Noten las peticiones de Pablo:

1. Que Dios les dé entendimiento espiritual (vs. 17-18a)
Las verdades espirituales hay que discernirlas espiritualmente (1 Corintios 2:9-16), y este entendimiento
puede venir sólo del Espíritu. él escribió la palabra de Dios; sólo él puede enseñarnos lo que ella dice.

2. Que puedan conocer la esperanza de su llamamiento (v. 18b)
Debido a que Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, tenemos una bendita esperanza por toda la eternidad. Repase los versículos 4-6, en donde nos resume este llamamiento.

El creyente que no conoce su supremo llamamiento (Filipenses 3.14), su llamamiento es santo (2 Timoteo 1:9), y su llamamiento es celestial (Hebreos 3:1), nunca podrá andar como es digno de ese llamamiento; en Efesios 4.1, la vocación es el llamamiento.

3. Que puedan conocer las riquezas de su herencia (v. 18c)
No sólo tenemos una herencia en Cristo, sino que somos una herencia para Cristo (véase v. 11). La palabra ‘riquezas’ aparece a menudo en Efesios, sugiere que nada falta, nada más de lo que necesitamos. El creyente ha crecido cuando aprende cuánto significa para Cristo, y empieza a vivir para darle gozo al corazón de Cristo.

4. Que puedan conocer su poder (vs. 19-23)
El mismo poder que levantó a Jesús de los muertos ¡está disponible en nuestras vidas diarias! Cristo ya ha ganado la victoria sobre el pecado, la muerte, el mundo y Satanás.

NO DEBEMOS LUCHAR POR LA VICTORIA; ¡LUCHAMOS DESDE LA VICTORIA! Estamos sentados con él en los lugares celestiales, en donde hay poder, paz y victoria.

Por supuesto, todas estas bendiciones son sólo para los que reúnen las condiciones que se fijan en los versículos 1 y 2. Note que Pablo escribe a santos vivos (no muertos), gente que ha puesto su fe en Cristo.

Estos santos (apartados, separados) han experimentado la gracia de Dios, ahora gozan de la paz de Dios. En ninguna parte la Biblia enseña que la iglesia nombra santos; sólo Dios puede hacer un santo de un pecador. Es mejor que ese pecador llegue a ser santo mientras está con vida, porque después de la muerte viene el juicio.

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