En un mundo plagado de incertidumbres y peligros, el anhelo por seguridad y protección es una necesidad humana fundamental. Nos enfrentamos a amenazas diarias que pueden atormentar nuestras mentes y robar nuestra paz interior, el Salmo 91 se propone como el fundamento de nuestra paz.
¡Aleluya, Cristo ha resucitado! En este Domingo de Resurrección, nuestros corazones se llenan de regocijo al conmemorar el evento más trascendental en la historia de la humanidad: la victoria de Jesús sobre la muerte.
Hoy es Jueves Santo. El Maestro ya ha estado varios días en Jerusalén y sabe cuál será su destino. De hecho, se lo advirtió a sus discípulos en varias oportunidades.