Reloj de sol: Los principales textos que usan esta frase (2 Reyes 20:1–11 e Isaías 38:8) se refieren a un mismo milagro. Parece que Acaz, después de su viaje a Damasco, había edificado una columna cuya sombra caía sobre unas gradaciones hechas en un ángulo que permitía marcar la marcha de las horas (2 Reyes 20:11).
Dios trastornó el funcionamiento de este invento asirio para garantizar a Ezequías su promesa de victoria sobre los asirios (2 Reyes 20:6). Algunos comentaristas traducen la expresión reloj de sol simplemente con «gradas», creyendo que se trataba de la sombra de un edificio, la cual se proyectaba sobre unas gradas que no habían sido construidas con este fin. Se han encontrado relojes de sol en Egipto, en Gezer y en el mismo Ofel.