La Generacion Z y Los Amigotes de los Amigotes

El Señor tuvo misericordia de mi en junio de 1984, hace casi 22 años. Era un mozuelo de 13 años y estaba reventando de vida cuando encontré su camino.

Cantábamos hasta el amanecer, danzábamos en la congregación durante avivadísimos servicios, orábamos por enfermos, endemoniados, problemas irresolubles, predicábamos todos los domingos en los parques salvando a cientos para el Señor y nos peleábamos por ser los maestros de escuela dominical; sin contar claro, que leíamos la Biblia como desesperados, orábamos y ayunábamos hasta por 21 días.

(Digo esto sin falsedad, ya que quien lea esta columna y me conozca, sabrá que en esos años eso es lo que hacíamos los jóvenes en promedio; ya que queríamos llegarle a los 40 días de ayuno del Puertorriqueño Hno. Yiye Avila )

En los últimos años me he preguntado sobre los jóvenes de 13 años de hoy día que se convierten al Señor… ya no esta ese ingrediente que tuvimos los de la generación del los 80 y tantos… ¿Por qué?

Porque somos diferentes, muy diferentes… para empezar nuestras influencias son distintas, nuestra literatura y tentaciones, el vocabulario y las motivaciones, hasta los líderes son distintos.

En mis 13 años nuestros ejemplos eran Billy Gram, T.L. Osborn, Yiye Avila, Luis Palau, James Robinson, Nicky Cruz, Morris Cerullo, por mencionar algunos de aquellos hombres ungidos y sobresalientes.

Hoy a tan solo 20 años de distancia, cuando me toca compartir en algún congreso de jóvenes, y hablo de estos ejemplos, veo en los ojos de mis escuchas el signo de: “Wath???” o la pregunta obligada: ¿De que grupo son?¿Tienen CD´s?¿Tocan bien? y lo que es peor, cuando hablamos de unción, esta tiene más que ver en sus mentes con el “Genjillama de Goku”* (o como se escriba) que con el poder manifiesto de Dios. * Personaje de Dragon Ball “Z”

Para redondear lo que le quiero compartir, le diré que existen herramientas hoy por hoy que no se habían visto en toda la historia humana. Herramientas que hoy dominan los llamados hijos de la generación Z… ósea los chavos que hoy tienen de 0 a 14 años.

Estas son: El Internet por supuesto, la electrónica, la telemática, las telecomunicaciones, la telefonía celular y satelital, la ínter-culturización, la globalización, la idiomatización de géneros (Llamar a las cosas con 5 nombres, en 5 diferentes idiomas reales o inventados), por mencionar algunas.

Y no creo que sea un problema de herramientas, sino más bien del uso de las mismas y la falta de uso de estas. Aunado a esto, comentaré que existe un rompimiento generacional contundente entre las generaciones pasadas y estas; me refiero a la generación “X”, “Y” y “Z”.

Una generación en la Biblia se considera de 40 años, por el tiempo de vida, promedio de la misma. Y en esos 40 años, se veían: epidemias, guerras, se tenía familia y se forjaba un patrimonio.

Pasaban 35 años de vida y 5 años dándole la estafeta a la siguiente generación. Esto no cambió hasta los años 50´s. donde la generación de la postguerra empezó una aceleración de vida, que trajo todo un movimiento revolucionario en el mundo entero.

Así nacieron los Baby´s Bombers, los Rockeros, los Hippies y los de la generación “X”. Estos últimos son los que hoy tienen entre 38 y 50 años. Después nacieron los de la generación “Y” (A la que pertenezco yo), individuos que tenemos entre los 15 y los 37 años. Los de la generación “Z” son pues los que hoy tienen entre 0 y 14 años. Todos ellos tropicalizados por países y segmentados por preferencias de música, ocio y moda.

¿Pero que tiene que ver esto de las letras? Mucho, los sociólogos determinan necesidades para cada segmento, de forma totalmente distinta. Esto es que las generaciones se aceleraron y hoy hay un cambio generacional de 10 a 15 años, con la sorpresa de que las generaciones conviven entre si, pero sin saber nada la una de la otra, ya que el promedio de vida que antes era de 45 años, hoy es de 80. Cuando usted que tiene 30 años quiere hablar con un de 16 años, usted le mirará como un desadaptado que se perforó la nariz y el le mirará como un vejete amargoso que no agarra la onda.

Una madre angustiada me pedía que hablara con su hijo de 14 años porque sus amigotes lo estaban pervirtiendo y ya no quería ir a la iglesia; me acerqué a el para platicar como amigo (vamos, lo cargué cuando era niño). Entonces al escucharle, este se sinceró y me habló de sus preferencias de TV hasta sus preferencias sexuales. Mientras me daba santo y seña de su vida con toda apertura y desinhibiciones, en mi mente recordé a un predicador de la radio que hablaba sobre los amigotes de los amigotes y pensé: Este es uno de esos amigotes de los amigotes.

La madre, como todas las que conozco, piensan que los malos son los hijos de la vecina, pero la vecina también dice: los amigotes de mi hijo lo están echando a perder. La iglesia hoy se equivoca cuando piensa que los malos son los del mundo y los perversos están afuera queriendo atacar a nuestros angelitos.

No son los malos los de afuera, ni los de adentro; sino más bien la falta de conocimiento del problema. Además de orar, creo que las armas las tenemos al alcance. Jesús usó una barca, pero si hoy estuviera físicamente aquí, de seguro usaría Internet, (Por que es masivo y no cuesta casi nada) y haría milagros poderosos a periodistas en el centro de las ciudades más pobladas del mundo; claro, con la consigna de que no se lo dijeran a nadie.

Hoy me encuentro a Líderes cristianos retrogradas que se niegan a usar computadora, que aun tiran las televisiones al río porque son del diablo y que oran por que Estados Unidos mate a todos los Irakíes. Algunos ni siquiera saben quien es U-2 o Linkin Park, no tienen un área de ministración para homosexuales y cocainómanos, mucho menos tienen página de Internet.

Estos usan frivolidades populistas para excusarse, tales como: Nosotros somos cristianos, a mi solo lo que el Señor me dice, no está en la Biblia, no debemos contaminarnos con el mundo, hay que cuidar todo lo que se oye o ve… frases que parecen decir santidad, pero que en el fondo dicen: Pasividad, negligencia y arrogancia. (…para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones 2 Co 2:11 – Pablo intercediendo para que no se perdiera una alma, ojala no se nos pierda una generación)

Es alarmante que los ingredientes académicos de nuestras literaturas cristianas y la predica de nuestros púlpitos no cuenten con las señales necesarias para armar a cada generación que hoy por hoy co-existen en nuestras congregaciones, con valores e ideas claras sobre lo que hoy vivimos y los inminentes cambios que vendrán.

Nuestra iglesia necesita un poco más de pragmatismo y honestidad, para acercarse a ver a los adolescentes que hoy tienen 12 a 16 años y que claman ayuda. A ellos les gustaría orar sin cesar, ayunar 21 días, comerse la Biblia y ganar el mundo para Cristo. Desean ser como sus ejemplos recientes, pastores, músicos, maestros…. Pero no lo saben. Como sabrán si no hay quien les enseñe, como oirán si no hay quien les predique…en su idioma por supuesto (Capishca?).

Yo espero con ansia que el Señor venga, pero antes, estaré escribiendo sobre herramientas de mercadotecnia, ayuda al desamparado y como reinventar los paradigmas antiguos para adecuarlos a las nuevas generaciones, a las que ya la palabra “hermano” no les dice nada. Colocar estas grandes verdades que se miran obsoletas y colocarlas en los lugares preferentes de nuestros chiquillos.

Quiero pedirle que por favor tenga mesas redondas con adolescentes, conozca sus verdades, chaté de pura casualidad en los cuartos de adolescentes para que conozca sus dudas, su idioma, su problemática.

Realice encuentros en restaurantes, parques o canchas de fútbol… sería mucho pedir que abriera un cuarto en una sala pública de Chat para ministrar a miles de adolescentes noctámbulos que todos los días platican con desconocidos de sus intimidades protegidos con un nick-name secreto.

Mientras usted y yo disertamos sobre si el Señor viene antes o después de la gran tribulación, si fumar es malo o además es del diablo, condenando a los que se tatúan o perforan el cuerpo, nuestros adolescentes de la generación “Z” se debaten entre si son homosexuales o bi-sexuales y si esta bien usar condón o no, si Dios los amará aunque sea un poco o no le importa. Llenos de apatía y resentimiento a una generación de líderes que los rechazan y segregan por: Su lenguaje, música, apariencia, motivaciones y la forma que usan su tiempo libre.

Si como líderes no hacemos algo por estos jóvenes, habremos perdido una generación completa, como perdimos a gran parte de la “X” y casi en su totalidad a la “Y”; y no me refiero a inconversos.

Que no nos sorprenda que los amigotes de los amigotes sean miembros de la iglesia… Dios, ayúdanos.