Lo que Pide Dios de Ti | Devocional Diario Sígueme
Si alguna vez ha tenido alguna duda acerca de cómo agradar a Dios, mire la vida de Jesús. Jesús siempre hizo lo que era correcto y justo
“El nos ha mostrado lo que es bueno. ¿Qué requiere Dios de ti? Que actúes en justicia y amor y camines humildemente delante de tu Dios.” Miqueas 6:8
Cuando comenzamos una relación, es normal ponernos un poco nerviosos y querer complacer a la otra persona. Queremos decir y hacer cosas que hagan sentir bien y buscar su aprobación. Esto es normal de cualquier relación nueva. De la misma manera, si tienes una relación con Dios a través de su hijo Jesús, puedes estar preguntándote cómo puedes complacerlo. El profeta Miqueas tiene una palabra clara acerca de esto de parte de Dios. Lo que Miqueas dice no es lo que hubiéramos anticipado.
En los versículos anteriores, Miqueas hace una pregunta retórica: ¿Debemos traer sacrificios para agradar a Dios? ¿Será satisfecho con miles de vacas? ¿Se satisfará con tanto aceite casi como un río? ¿Se complacerá si voy tan lejos como sacrificar a mi hijo para cubrir mis pecados y fallas? Las buenas noticias son: Nada de eso es lo que Dios requiere.
Él no pide rituales religiosos complicados ni regalos materiales extravagantes. Pero sí pide lo que es más difícil para nosotros dar: justicia, bondad, amor y humildad. Él requiere que hagamos lo que está correcto, que seamos justos en nuestras relaciones con otros, que tengamos la misericordia y el amor como prioridad, y luego lo más complicado, que seamos humildes delante de Él y con nuestro Dios.
Si alguna vez ha tenido alguna duda acerca de cómo agradar a Dios, mire la vida de Jesús. Jesús siempre hizo lo que era correcto y justo. Nunca engañó a nadie ni tomó ventaja de nadie. Él hizo lo correcto todo el tiempo. Su amor por nosotros lo motivaba a ser justo y actuar con bondad y misericordia, hasta el punto de dar su propia vida como sacrificio por nosotros para restaurar nuestra relación con Dios. Él modeló una relación humilde con el Padre al someterse a Él y obedecer lo que Dios le dijera.
No puedo hacerme agradable a Dios con mis propios esfuerzos, solo la sangre de Cristo puede hacer eso, pero sí puedo hacer que sonría cuando escojo la justicia, amar bondadosamente y que su amor fluya en mis relaciones interpersonales y cuando decido caminar en humilde y total dependencia y obediencia a Él.
Oremos: Querido Padre Celestial, Gracias por mostrarnos lo que es bueno y por revelarnos lo que requieres de nosotros. Ayúdanos a actuar con justicia, a amar la misericordia y a caminar humildemente delante de Ti.
Enseñanos a vivir como Jesús, quien siempre hizo lo correcto y justo, y nunca tomó ventaja de nadie. Que su amor y sacrificio sean nuestro modelo de vida. Ayúdanos a tener corazones justos y a actuar con bondad y misericordia en todas nuestras relaciones.
Señor, sabemos que no podemos agradarte con nuestros propios esfuerzos, sino solo a través de la sangre de Cristo. Sin embargo, queremos hacerte sonreír al escoger la justicia, al amar a los demás con tu amor y al caminar en humilde y total dependencia y obediencia a Ti.
Llénanos de tu Espíritu Santo para que podamos vivir de una manera que te honre y te glorifique. Que nuestras vidas sean un reflejo de tu amor y tu justicia en este mundo. En el nombre de Jesús, amén.