Si miramos a Miriam, Débora, Ester, y Rut en el antiguo testamento, o María la madre de Jesús, María Magdalena, o Priscila en en el nuevo testamento, vemos fácilmente que Dios siempre ha utilizado mujeres en el ministerio.
Cuando necesitó a alguien para salvar a los Judíos de la destrucción que el malvado Amán había planeado para ellos, llamó a Ester (Ester 4: 14b). Si Dios es contrario a emplear mujeres ¿Por qué no llamó a un hombre para esta tarea? Ester sacrificó sus planes de mujer joven y aceptò ser llevado al Harèn del Rey para estar en posiciòn de hablar a favor del pueblo de Dios cuando llegò el tiempo de hacerlo.
Por su obediencia, Dios le diò favor con el Rey, y puso al descubierto un complot para matar a todos los Judìos. Ella salvò a su naciòn y llegò hacer una Reyna que ocupò una alta posición de liderazgo en la tierra y cuidò de los pobres.
Débora fue una profetiza y una jueza. Como profetiza fue un portavoz de Dios. Como jueza, tomo decisiones en nombre de Dios (Jueces 4:5).
María Magdalena y algunas otras mujeres fueron las primeras en visitar la tumba el domingo de resurrección (Juan 20:1). Ellas encontraron la tumba vacía, pero se les apareció un Angel y les dio estas instrucciones: "Id y decir a sus discípulos que Èl ha resucitado" (Mateo 28:7).