Quizás no podamos controlar cada pensamiento caprichoso, ambicioso o bueno que entra en nuestra mente, pero sí podemos analizar y controlar nuestros pensamientos. Como todo lo demás, debes disciplinar tu mente dándole el alimento y ejercicios adecuados.
Algunos de los presentes se escandalizan de este acto considerando que es un desperdicio, pues podría haberse vendido por más de 300 denarios y el dinero dado a los pobres.
Tú y yo estamos muy lejos de tener tanto que no sepamos qué hacer con tanta abundancia, pero tenemos un Proveedor, y estamos protegidas bajo el cuidado de nuestro Padre.