Los Falsos Profetas y los Verdaderos

Hay dos clases de profetas o predicadores, los que sueñan sueños, y los proclaman como la Palabra del Señor, y los que han recibido el mensaje de Dios. Bosquejo para predicas




LOS FALSOS PROFETAS Y LOS VERDADEROS
Jeremías 23:24-32
Hay dos clases de profetas o predicadores a los que se hace referencia aquí, y cuyos sucesores siguen con nosotros: los que sueñan sueños, y los proclaman como la Palabra del Señor, y los que han recibido el mensaje de Dios en sus propios corazones, para que lo prediquen.

I. Los soñadores. Dicen: «Soñé, soñé» (v. 25). Ellos han soñado, por lo que todo el mundo debiera oírles. Los sueños pueden a veces ser muy interesantes, pero carecen de autoridad.

Quien sueña debe contar su sueño como un sueño, pero son «profetas de la impostura de su propio corazón» aquellos que osan presentar las imaginaciones de sus adormilados cerebros como «la palabra de Jehová».

Estos soñadores, como sus modernos seguidores, profetizan «mentiras», y «piensan hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños» (v. 27).

Estos maestros que inventan sus propios mensajes, declarándolos en nombre de Dios, jamás fueron enviados por Él. «He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos… yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho pueden hacer a este pueblo, dice Jehová» (v. 32).

El pueblo de Dios tendría mucho mayor provecho hoy si sus siervos soñaran menos y confiaran más en su voluntad revelada, y la proclamaran sin temor.

Estos sucios soñadores están siempre expuestos a «espíritus seductores y a doctrinas de demonios», y los que no soportan la sana doctrina, como en estos últimos días, se amontonarán tales maestros que buscan agradar a los hombres (2 Ti. 4:3).

II. Los receptores. «El que tenga mi palabra» (v. 28). El que tiene la Palabra, por cuanto la ha recibido del Señor.

Hay una inmensa diferencia entre conocer la verdad y teorizar o soñar acerca de ella. Los apóstoles podían decir: «Hablamos lo que sabemos». «¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?, dice Jehová» (v. 28).

¿Qué es un sueño frente a la revelación de Dios? Las imaginaciones de la mente irregenerada son solo como paja en la cuenta del Omnisciente.

La Palabra de Dios no es una fantasía, ni un fantasma, sino que es «como fuego… y como martillo» (v. 29). Algo que se hace sentir cuando funciona. La Palabra de Dios es trigo que alimenta, fuego que arde y martillo que quebranta. «El que tenga mi palabra, cuente mi palabra verdadera.» La sabiduría mundana, tal como se exhibe en los sueños del soñador, es tan solo olor de muerte para muerte. La sabiduría de Dios, como se revela en su Palabra, es sabor de vida para vida.






BOSQUEJOS BIBLICOS PARA PREDICAR BOSQUEJOS ORDENADOS POR LIBROS DE LA BIBLIA PREDICACIONES CRISTIANAS PREDICACIONES POR TEMAS