¡Qué poco valor tendría la respuesta si contestara por mi propia cuenta!
En un sólo lugar puede obtenerse la respuesta a este tema tan importante. En la Biblia, la Palabra de Dios. ¿Quién puede decirnos qué acontece con el alma después de morir? Sólo Dios, quien nos ha dejado su revelación inspirada y escrita, la Biblia.
La Biblia enseña que hay tan solo dos lugares donde puede ir el alma de un individuo al morir: al cielo o al infierno. San Mateo capítulo 25 diceasí: "Irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna".
En primer lugar, en San Marcos capítulo 9 Jesucristo dice lo siguiente: "Si tu pie te fuera ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo que ser echado con dos pies en el infierno, al fuego que no puede ser apagado. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga".
Ahora, ésas son palabras de Jesús, el Hijo de Dios, que siempre nos habló del amor y la compasión. Es cierto que habló del amor y la compasión, además Jesucristo lo demostró mejor que nadie en todo el mundo, tanto que se dejó crucificar por nosotros. Se dejó asesinar voluntariamente para ocupar nuestro lugar; pero el mismo Jesús es el que nos habla del infierno, el fuego que nunca se apaga.
Pero en segundo lugar, aquél que ha recibido a Cristo como su Salvador personal irá al cielo inmediatamente al momento de morir, para estar con Dios. IIa. Corintios capítulo 5 dice así: "Vivimos confiados siempre, sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo en la tierra, estamos ausentes del Señor; pero confiamos, y es más, quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor". En Filipenses capítulo 1 dice lo siguiente: "También tengo el deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor".
Sí, cuando una persona muere, si tiene a Cristo como Salvador, su alma y su espíritu van directamente a la presencia de Dios.
¡Qué hermosa esperanza!
Ahora, luego de haber dado respuesta a su pregunta, le dijo: ¿Tiene usted a Cristo? ¿tiene la seguridad del cielo? ¿está seguro de la salvación
de su alma? Si su respuesta es negativa, reciba a Cristo ahora mismo.