“Y fue lanzado el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus Ángeles fueron arrojados con el”. Apocalipsis 12:9
Después de haber discernido las puertas de nuestra ciudad (es decir, evaluar su condición espiritual), estamos listos para actuar.
Nos preparamos para la guerra espiritual entendiendo nuestra provisión como creyentes para ejercer la autoridad del Señor sobre sus enemigos. Así estaremos listos para venir con mayor eficacia en contra de las fortalezas espirituales de nuestra ciudad.
La historia humana es un relato del esfuerzo continuo del hombre contra los emisarios del mal. La pregunta es: ¿Qué hacen aquí esos demonios? ¿Cómo venimos a un planeta tan infestado con el mal?
La Biblia enseña que los Ángeles fueron creados para ser santos (Marcos 6:38), pero en algún punto antes de la creación del hombre, algunos Ángeles se rebelaron contra Dios en forma deliberada. Dios juzgo a estos Ángeles rebeldes.
Algunos fueron encadenados en el infierno ( 2º Pedro 2:4 , pero otros fueron dejados en libertad para oponerse a Dios y a su reino. ¿Por qué Dios haría eso? ¿Por qué dejarla libre a una fuerza que se le iba a oponer? Creo que es porque el desarrollo del hombre en su potencial máximo depende de una experiencia con adversario. Eso es, Dios quería combatir.
Los hombres son una raza de guerreros, hechos a imagen de Dios y destinados a reinar juntamente con el. Intrínseco en nuestra naturaleza esta el impulso de conquistar algo, de controlar algo. Este deseo se puede pervertir en codiciar el poder motivados por el orgullo, o se puede someter y usar en el gobierno benevolente del reino de Dios. Fuimos destinados para gobernar con Cristo.
Formada por los hijos redimidos de Adán, esta surgiendo una novia que entrara en comunión con el Dios trino en las bodas del Cordero (Apocalipsis 19:5-9 ). Pero antes de la eternidad viene una breve experiencia de contienda aquí en la tierra. Piense en mandato original de Dios para el hombre y la mujer en Genesiss1; 28:”Frutificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgarla, y señoriad en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
Note la palabra sojuzgar que implica una posición de adversario. Dios no uso una palabra como cultivar. El sabia que una persona entraría en su enredad únicamente señoreando, tomando dominio.
El prepósito de Dios al crea al hombre fue para que tuviese comunión con el. Hay tres aspectos que son esenciales en cualquier relación: la presencia mutua, el conocimiento de rasgos y carácter, y la responsabilidad mutua.
Cuando nos preparamos para alcanzar el tercer aspecto es que encontramos la razón para este aprendizaje terrestre. Dios planea compartir con nosotros, no solo la intimidad de la relación, sino también la responsabilidad de gobernar el universo en justicia y misericordia. Hemos de gobernar en amor ágape, amor que se sacrifica.
Dios ha enseñado para nosotros una heredad personal. Nuestro éxito no se demorara por el hecho de que al morir podamos decir: “Soy salvo, y mis hijo y nietos están todos en el reino.” Eso es solo una parte del asunto.
Mientras persistimos en conocer a Dios, el nos declara la revelación acerca de nuestro destino personal. Tenemos lugares donde ir y gente que bendecirá. Se nos ha dado un don, una promesa y territorio que tomar cuando comunicamos el evangelio, criamos a los hijos y cultivamos las riquezas en la tierra, enfrentaremos la oposición de los demonios.
Han sido dejados allí por Dios solo para que practiquemos en ellos. Estos demonios ya han sidos juzgados y derrotados, pero nuestro privilegio es “ejecutar en ellos el juicio decreto” (Salmo 149:9).
Creo que nuestra experiencia se puede comparar a la de José en el Antiguo Testamento. El sufrió terriblemente en su aprendizaje para el liderazgo como consecuencia de que sus celosos hermanos lo vendieron como esclavo.
Muchos años después, estos mismos hermanos vinieron a José, el gobernador, y lo oyeron decir:”Vosotros pensasteis mal contra mi, mas Dios lo encamino a bien” (Génesis 50:20).
Viene un tiempo cundo nosotros, la novia de Cristo, podremos decir a la hueste de Ángeles caídos: Ustedes trataron de esclavizarnos en un planeta oscuro y caído. Pensaron mal contra nosotros, mas Dios uso la experiencia para prepararnos para reinar”.
Esto es lo que responde a la siguiente pregunta: ¿Por qué permite Dios que el mal este presente en la tierra? Desde luego que la posibilidad de hacer mal esta presente en el estado de libertad moral de que goza la humanidad, que es nuestra libertad de elegir. Sin embargo, esto no se refiere al asunto de los demonios.
Lucifer y los Ángeles rebeldes estaban presentes en este planeta en la época de la creación del hombre. Desde la caída de Adán y Eva, la influencia diabólica ha penetrado en todas las culturas a causa del continuo pecado.
Los que seguimos a Cristo enfrentamos una tarea similar a la de los israelitas después de cruzar el rió Jordán para entrar en la tierra prometida. Ellos entraron en la tierra por fe, al igual que nosotros de derrotar a los cananeos. En Jueces 3:1 hay una referencia a la tribu cananea que quedaron en la tierra después de la muerte de Josué.
En el versículo 2 se hace esta interesante declaración: “Solamente para que el linaje de los hijos de Israel conociese la guerra para que la enseñasen a los que antes no la habían conocido”.
¿Quiere Dios que conozcamos la guerra? ¿Sigue siendo parte de su plan desarrollarnos como guerreros? Si hemos de asociarnos con Dios en la guerra. El creyente neotestamentario aplica el poder de la resurrección de Jesús. “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2º Corintios 10:4).
Este medio ambiente hostil es esencial para nuestro futuro eterno. La humanidad fue creada para ejercer dominio. Es necesario que enfrentemos un antagonista durante nuestro breve aprendizaje en la tierra para lograr el carácter que se requerirá para reinar con Cristo en la eternidad.
Un breve resumen sobre los espíritus malignos
Antes de seguir adelante para explorar las tácticas de nuestra guerra, debemos familiarizarnos con lo que la Biblia revela acerca del reino de Satanás. He aquí un breve resumen incluyendo las referencias bíblicas para que profundice este estudio.
Comience meditando en estos dos pasajes importantes:
El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo (Colosenses 1:13). Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente triunfando obre ellos en la cruz (Colosenses 2:14-15).
1) Asumiendo que Isaías 14:12-15 se refiere al diablo (según ha enseñado la iglesia), el es llamado “lucero” en este pasaje. De ese nombre deriva el nombre de Lucifer.
2) Dios dividió la responsabilidad entre varios Ángeles de alto rango. Uno de ellos fue llamado Lucifer. Pudiera haber sido un arcángel aunque Miguel es le único llamado específicamente arcángel en la Biblia (Judas 1:9).
3) Por su rebelión, Lucifer cayo del cielo llevándose con el una tercera parte de los Ángeles. Toda criatura de libre moral en el universo tiene que tomar alguna vez una decisión final de dar a Dios o a el yo (Apocalipsis 12:7-9).
4) Algunos de los Ángeles caídos fueron arrojados al infierno y encarcelados hasta el día del juicio mientras que otros fueron dejados libres para oponerse a Dios y a su reino (2º Pedro 2:4)
5) Lucifer se convirtió en el adversario que es el significado del nombre Satanás. El es el enemigo tanto de Dios como del hombre. Satanás esta lleno de ira vengativa contra los hijos redimidos de Adán, que reinaran con Cristo en gloria.
6) Satanás y sus Ángeles caídos fueron derrotados en la cruz y serán condenados finalmente ( Colosenses 2:15; Mateo: 25:41).
7) Los demonios son la fuerza que opera detrás de las religiones falsas, la idolatría, la magia y la hechicera ( Deuteronomio 32:17; Salmo 96:5; 1º Corintio 10:19-20; Apocalipsis 9:20-21).
8) Satanás y los demonios están en un estado continuo de guerra contra la iglesia, y a todos los creyentes se les exhorta a combatir todos los niveles de las fuerzas espirituales del mal en el reino invisible (Efesios 6: 10-18).
9) Dios les permite a los demonios tentar y engañar de una manera limitada, pero no pueden pasar por encima de la voluntad humana (1Corintios 10:13; Job 1;12).
10) A los demonios se les permite el control limitado sobre los fenómenos naturales dentro de la admofera de la tierra (Job1:19).
11) Satanás tiene dos características primordiales que son también sus armas contra la humanidad y la iglesia: es un acusador y engañador (Apocalipsis 12:7-10 ).
12) La Biblia registra características de opresión demoníaca tales como la angustia mental, la enfermedad física, el masoquismo, la desnudez y la mudez ( Mateo 8:28-33; Marcos 5:1-6; Lucas 8:26-39; Mateo 9:32 ).
13) Satanás ha asignado ciertos demonios a ciertos territorios, naciones y subcultura. Estos demonios procuran pervertir a la gente en su territorio y hacerla que se vuelva contra Dios. Por ejemplo, Ezequiel 28:12 contiene referencias al rey de Tiro. En el contexto del pasaje, parece que el Espíritu de Dios no se refiere a un rey terrenal sino a un principado o potestad como los que mencionan en Efesios 6:12.
14) Jesús demostró su poder sobre los demonios y paso este poder a sus seguidores (Marcos 16:17; Apocalipsis 12:11). Mucho más importante que el estudio de los Ángeles y los demonios es el estudio de Dios.
Considere el siguiente pasaje Apocalipsis 19:4-6: Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amen! ¡Aleluya! Y salio del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes, y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios todopoderoso reina!.