Motivación para comenzar a ahorrar
Nunca es demasiado tarde para empezar.
Gladys me preguntó un día si era demasiado tarde para comenzar a ahorrar. Tenía 57 años de edad, pero con su actitud usted habría pensado que esta dama tenía 107 años. La vida le había tratado con algunos golpes y le había destrozado su esperanza.
Una “Transformación total de su dinero” no es un espectáculo de magia. Usted comienza donde está, y da los pasos. Estos pasos dan buenos resultados si tiene 27 ó 57 años, y no cambian.
Gladys podría comenzar a los 60 años el paso de la inversión para la jubilación que otros comienzan a los 30. Gladys no actúa con sabiduría si llega a los 60 sin un fondo de emergencia y con deudas por tarjetas de crédito y pagos de automóvil.
Ella, como todos nosotros, no puede ahorrar cuando tiene deudas, y no tiene paraguas para cuando llueva. ¿Habría sido mejor para Gladys comenzar cuando tenía 27 o aun 47 años? Evidentemente. Pero una vez que deje de tenerse lástima, necesita comenzar paso a paso para colocarse en la mejor posición posible.
Nunca es demasiado tarde para empezar
George Burns ganó su primer Óscar a los 80 años. Golda Meir fue Primer Ministro de Israel a los 71 años. Miguel Ángel pintó el techo interior de la Capilla Sixtina inclinándose sobre sus espaldas en un andamio, a los 71 años.
El coronel Sanders nunca frió un pollo por dinero hasta que tuvo 65 años, y Kentucky Fried Chicken es una marca mundial.
Albert Schweitzer estaba practicando cirugía en África a los 89 años. Nunca es demasiado tarde para empezar. El pasado ha pasado. Comience donde está, porque esa es su única opción.
Sin embargo, una nota para todos ustedes menores de 40 años: todos los que somos mayores de 40 estamos dándoles un grito en conjunto: ¡INVIERTA AHORA!
La inversión que usted hace sistemática y consistentemente lo hará rico con el tiempo. Si juega con esto saltando de acá para allá, siempre hallando algo más importante que la inversión, está condenado a ser uno de esos cincuenta y cuatro sesentones entre cien que todavía trabajan porque tienen que trabajar. Sistemáticamente, la inversión constante es la tortuga que vence a la liebre en la carrera.
Como el rosal
Cuando usted se mantiene firme, la inversión se multiplica y explota. Lo siguiente, escrito por Timothy Gallway siempre me recuerda este concepto: “Cuando plantamos una semilla de rosa en la tierra, advertimos que es pequeña, pero no la criticamos como algo sin raíces y sin tronco. La tratamos como una semilla, y le damos el agua y la nutrición que necesita una semilla.
Cuando brota de la tierra por primera vez, no la condenamos por inmadura y subdesarrollada; no criticamos los capullos por no estar abiertos cuando aparecen. Nos quedamos maravillados ante el proceso que tiene lugar, y damos a la planta el cuidado que necesita en cada etapa de su desarrollo.
La rosa es una rosa desde el momento en que es una semilla hasta el momento en que muere. Dentro de ella, en todo momento, está su potencial completo. Parece estar constantemente en el proceso de cambio.
Sin embargo, en cada estado, en cada momento, está perfectamente bien como es. Una flor no es mejor cuando está florecida que cuando no es más que un capullo; en cada etapa es la misma rosa... una flor en el proceso de alcanzar su potencial”.
La historia de la rosa se aplica al potencial humano y a que no se defina por lo que hacemos, sino más bien por lo que somos. La “Transformación total de su dinero” y el estado de sus inversiones son similares.
Impulse con intensidad hacia el florecimiento, pero sepa que siempre que estén los pasos progresivos, está ganando. Es cierto, no se nos define por la riqueza; sin embargo, la “Transformación total de su dinero” afectará su riqueza, así como sus emociones, sus relaciones y su condición espiritual. Este es un proceso “total”.
Sé que cuando Sharon y yo alcanzamos este paso, las cosas comenzaron a moverse en nuestra vida. Empezamos a reconquistar la confianza que había desaparecido de nosotros al perderlo todo. Ustedes van a triunfar.
¿Puede verlo y sentirlo? Si no, vuelva atrás y lea otra vez la oración. Mejor aún, escríbala donde la vea cada día: “Voy a triunfar”. ¡Su vida esta cambiando! ¡Esto es divertido!.
Tomado del libro: La transformación total de su dinero
Editorial Betania.