Y la volatilidad sin igual no está sólo en los mercados, también en la economía en general: despidos de miles de personas, y pérdidas por doquier. ¿Y, tú? ¿También sientes que hoy todo está cambiando?
¿Te preguntas cómo conseguir tranquilidad personal en medio de esta turbulencia? No sé la respuesta a ciencia cierta, pero si te parece, vamos a buscar algunas alternativas (si se te ocurren otras, por favor no dejes de escribir).
Esa tranquilidad debería ser como el ancla de un barco en plena tormenta, no acaba con las olas pero te permite sobrevivir al vendaval.
Vista de ese modo, me parece lógico que el primer punto de tranquilidad lo encontremos en nuestra familia.
No hay que permitir que la volatilidad externa penetre en nuestras relaciones familiares: es allí donde podremos encontrar la paz y el equilibrio que tanto necesitamos para seguir afrontando la tormenta. La familia es como ese puerto protegido, si allí entra el ciclón, ya no hay donde protegerse.
Esa estabilidad también la encontramos de forma muy importante en las amistades: al final de cuentas nuestros amigos son una especie de familia que nosotros elegimos. Personalmente he tenido la suerte de contar con amigos que más bien parecen hermanos.
Después de hablar con un amigo parece que las cosas no están tan mal, ¿cierto? Aunque en realidad nada ha cambiado en el exterior, en nuestro interior de alguna forma resurge la confianza y junto con ella el equilibrio, y al final, la tranquilidad.
A propósito, hace unos días hablaba con un amigo muy cercano de las oportunidades de inversión que hoy, a mi juicio y el suyo, se están presentando para los que estén dispuestos a tomar un poco de riesgo, y tengan tiempo para esperar los frutos.
Me decía, "hoy es cuando", y quizá tenga razón.
Y este es otro punto que nos puede dar tranquilidad, las oportunidades siempre existen.
Afortunadamente no hay un momento único para las oportunidades. Siempre es el momento, y la vida y los acontecimientos siempre tienen por lo menos dos caras, una que nos puede parecer negativa y otra que puede resultar muy positiva.
Hay una frase de Hellen Keller -la popular autora- que siempre me hace pensar, y dice: "Se me ha dado tanto que no tengo tiempo de reflexionar sobre lo que se me ha negado".
Te dejo con esta frase que pienso nos puede ayudar a todos a encontrar ese equilibrio y tranquilidad que tanto necesitamos en estos momentos de confusión mundial.