Pues bien, una vez pasado el asombro de ver caras conocidas que hacía más de quince años que no veía, y de cómo los años dejan su huella en algunos, me detengo en la frase más repetida de la noche: "cómo pasa el tiempo…"
En algunos casos esta frase se pronunció con verdadero asombro, en otros con especial gusto, y en todos, con un cierto fondo de nostalgia. El paso del tiempo es irremediable, pero no me quiero detener en ese punto, puesto que para todos es claro eso.
El paso del tiempo, aunque algunos le dan una connotación negativa, no necesariamente es así. De hecho ese "paso del tiempo" no es otra cosa sino nuestra vida.
Lo importante, pienso yo, no es que haya pasado mucho tiempo, lo importante es si aproveché ese tiempo que pasó, y aprovechar lo entiendo como obtener o conseguir algo valioso, algo que valga la pena.
Time is money, dicen los norteamericanos, y ojalá eso fuera cierto. Desgraciadamente el tiempo es mucho más que el dinero. El dinero se puede perder y después recuperar, el tiempo no, el tiempo perdido es irrecuperable.
Cualquier instante en nuestra vida tiene un precio. Jean-Louis Servan-Schreiber autor de Le Nouvel Art du Temps, dice que la relación que existe entre el dinero y nuestro tiempo es necesariamente ambigua.
Todos lo hemos vivido, cuando tenemos dinero no tenemos tiempo para gastarlo y los que tienen tiempo de sobra, en ocasiones no cuentan con el dinero necesario para consumir.
A la larga es posible que algunos les falte dinero, pero lo que seguramente a todos nos va a faltar es tiempo, es ahí donde se igualan los seres humanos, no importa que sean ricos o pobres, listos o menos favorecidos, todos al final diremos de una u otra forma, "cómo pasa el tiempo…"
Pasar una hora jugando con nuestro pequeño hijo ¿cuánto vale?, no lo sé, pero me queda claro que día con día se encarece, puesto que ese niño crece por minutos y cada vez quiere y pelea con más fuerza por su independencia.
Un día no muy lejano, estoy seguro, preferirá (todos lo hemos hecho) jugar con sus amigos que con su padre o su madre y entonces esas horas se volverán invaluables. Al llegar ese momento seguro que diremos para nuestros adentros, "cómo pasa el tiempo…"
Espero que tú y yo al pasar los años podamos ver nuestra vida en retrospectiva como una buena inversión, donde seguro encontraremos algunas pérdidas, pero también abundantes frutos.
Para ello desde hoy nos tenemos que aplicar e "invertir" solo en aquellas actividades que nos pueden dar ricos y sólidos rendimientos. La próxima vez que pienses que el tiempo pasa muy rápido, detente y pregúntate si lo que estas haciendo tendrá importancia al paso de los años.
Si contestas que no, posiblemente vale la pena volver a plantear tus actividades. Dicho en pocas palabras: invierte tu tiempo, no lo gastes.
No olvides que al final de cuentas no es el tiempo el que pasa, somos nosotros los que pasamos.