La Psicología de la Administración del Tiempo
EL MODO EN QUE PIENSAS y te sientes contigo mismo determina en gran medida tu calidad de vida, y el núcleo emocional de tu personalidad es tu autoestima, definida como «lo mucho que te gustas a ti mismo».
Tu autoestima viene determinada en gran medida por el modo de usar tu vida y tu tiempo para desarrollar todo tu potencial. Tu autoestima aumenta cuando trabajas de manera eficiente, y disminuye cuando no.
La otra cara de la moneda de la autoestima se llama «autoeficacia», definida como el grado en que sientes que eres competente, apto y productivo, capaz de resolver tus problemas, hacer tu trabajo y alcanzar tus metas.
Cuanto más competente, capaz y productivo te sientas, mayor será tu autoestima. Cuanto mayor sea tu autoestima, más productivo y capaz serás. Cada uno apoya y refuerza al otro.
Las personas que administran bien su tiempo se sienten positivas, confiadas y a cargo de sus vidas.
La Ley de Control
La psicología de la gestión del tiempo se basa en un simple principio llamado Ley de Control. Esta ley dice que te sientes bien contigo mismo en la medida en que sientes que llevas el control de tu propia vida. Esta ley también dice que te sientes negativo contigo mismo en la medida en que sientes que no estás al control de tu propia vida o trabajo.
Los psicólogos se refieren a la diferencia entre un lugar de control interno, donde sientes que eres el dueño de tu propio destino, y un lugar externo, donde te sientes controlado por circunstancias ajenas a ti mismo.
Cuando tienes un lugar de control externo, te sientes controlado por tu jefe y tus facturas, y por la presión de tu trabajo y responsabilidades. Sientes que tienes mucho que hacer en muy poco tiempo, y que no estás verdaderamente al mando de tu tiempo y tu vida. La mayor parte de lo que haces, hora tras hora, es reaccionar y responder a los acontecimientos externos.
Hay una gran diferencia entre la acción autodeterminada y dirigida a objetivos y la reacción, que es una respuesta inmediata a una presión externa. Es la diferencia entre sentirte positivo y al control de tu vida y sentirte negativo, estresado y presionado. Para rendir al máximo debes tener una fuerte sensación de control sobre las áreas importantes de tu vida profesional y personal.
Tus pensamientos y sentimientos
En términos psicológicos, cada persona tiene un concepto de sí misma, un programa maestro interno que regula su comportamiento en todas las áreas importantes de la vida. Las personas con un alto concepto de sí mismas con respecto a la gestión del tiempo se ven y piensan en sí mismas como bien organizadas y productivas. Están muy al control de sus vidas y su trabajo.
Tu concepto de ti mismo se compone de todas tus ideas, fotos, imágenes y, sobre todo, tus creencias acerca de ti mismo, en especial en cuanto a la forma de gestionar tu tiempo. Algunas personas creen que son extremadamente bien organizadas y eficientes. Otras se sienten continuamente abrumadas por las demandas de otras personas y circunstancias.
Las creencias se hacen realidad
¿Cuáles son tus creencias sobre ti mismo y tu capacidad para administrar tu tiempo personal? ¿Te ves y piensas en ti mismo como un administrador de tiempo altamente eficiente y eficaz? ¿Crees que eres altamente productivo y estás al completo control de tu vida y tu trabajo? Sea cual sea tu creencia, si crees en ti mismo como un administrador de tiempo excelente, harás naturalmente esas cosas que son coherentes con esa creencia.
Debido a que tu concepto de ti mismo hace que te esfuerces continuamente por mantener la coherencia entre la persona que ves, en el interior, y la manera de conducirte en el exterior, si crees que administras bien tu tiempo, serás un buen administrador del tiempo.
Puedes hacer todos los cursos de gestión del tiempo, leer todos los libros y practicar distintos sistemas, pero si te percibes como un mediocre administrador del tiempo, nada servirá de ayuda. Si has desarrollado el hábito de llegar tarde a las reuniones y citas, o crees que eres una persona desorganizada, esos hábitos se convierten en tu comportamiento automático. Si no cambias tus creencias acerca de tus niveles personales de eficacia y eficiencia, tu capacidad para administrar tu tiempo tampoco cambiará.
Toma una decisión
¿Cómo desarrollas nuevas creencias positivas acerca de ti mismo y de tu nivel de productividad personal? Afortunadamente, no es difícil. Solo tienes que utilizar las cuatro D: deseo, decisión, determinación y disciplina. Más importante aún: toma la decisión de desarrollar un hábito específico de gestión del tiempo, como llegar temprano a cada reunión en un futuro cercano. Cada cambio en tu vida viene cuando tomas una clara e inequívoca decisión de hacer algo diferente. Tomar la decisión de convertirte en un administrador de tiempo excelente es el primer paso importante.