La buena noticia es que todas las habilidades de la actividad empresarial se pueden aprender. Y también, todas las que permiten ganar dinero, no importa de qué manera. Usted puede aprender cualquier técnica que necesite para lograr cualquier meta que se fije. No existen, virtualmente, límites para ello.
Más personas están iniciando más negocios y adquiriendo más riquezas en más formas de las que habrían podido imaginar, que nunca antes en toda la historia de la humanidad. Existen más oportunidades y posibilidades que nunca para que usted alcance el éxito, la independencia financiera y la riqueza personal.
Sólo tiene que encontrar el negocio adecuado para usted y luego poner todo su corazón en la realización plena de su potencial financiero.
En 1900, después de 200 años de crecimiento y desarrollo había en Estados Unidos 5,000 millonarios, y la mayoría había partido de cero, muchas veces como inmigrantes sin un centavo en el bolsillo, pero trabajando duro y con férrea determinación llegaron a hacerse ricos.
En el año 2000, había en el país ¡5 millones de millonarios! ¡Se habían multiplicado por mil! La explosión tecnológica y de la Internet en los años 90 desempeñó un importante papel en tan drástico incremento de la cantidad de millonarios.
Quizás no pueda encestar un balón suspendido en el aire por encima del aro como Michael Jordan; o tocar piezas clásicas para violín como Igor Stravinsky; pero sí puede aprender cualquier habilidad empresarial o desarrollarla para ganar dinero. Todos los que hoy obtienen grandes ganancias en sus empresas no sabían al principio cómo hacerlo, y cometían muchos errores.
Todos los que hoy están en la cúspide, alguna vez estuvieron en el fondo. Todos los que se encuentran hoy en la primera línea de la vida, empezaron en la última. Y lo que otros han hecho, también usted lo puede hacer.
Seguramente ha oído hablar de los «empresarios en serie». Se trata de hombres y mujeres que inician y construyen un negocio tras otro, hacen de cada uno de ellos uno exitoso y rentable, los colocan bajo una buena dirección, o los venden, para pasar entonces al próximo. Richard Branson es un ejemplo perfecto.
¿Qué tienen en común estas personas? Es sencillo: han dominado las habilidades empresariales esenciales que se necesitan para escoger el producto o servicio adecuado, comercializarlo y venderlo en cantidades suficientes como para que deje ganancias, y luego llevan una contabilidad exacta de los ingresos y los gastos y dirigen el proceso.
Comience por la venta de servicios personales
En Estados Unidos y en todo el mundo la mayoría de las fortunas han empezado con la venta de servicios personales. En casi todos los casos estas personas comenzaron sin dinero o con muy poco. La mayoría debió aprender desde el ABC sus habilidades para ganar dinero. Los 10 «milimillonarios» más ricos del país en 2006 eran, según la revista Forbes: Bill Gates, Warren Buffett, Paul Allen, Michael Dell, Larry Ellison, y los cinco descendientes de la familia de Sam Walton, el fundador de Wal-Mart. Son multimillonarios de primera generación.
De las más de 800 personas con fortunas de más de mil millones de dólares que hay actualmente en el mundo, la mayoría son también de primera generación. Igualmente, la mayor parte de los millonarios, multimillonarios y hectamillonarios empezaron de la nada. ¿Tiene alguna otra excusa?
Cuatro metas que todos compartimos
Todos empezamos fijándonos en la vida cuatro metas principales.
- La primera es tener salud, suficiente energía y vivir una larga vida.
- En segundo lugar, todos deseamos tener buenas relaciones con las personas que amamos y que nos importan, las que a su vez nos aman y cuidan de nosotros.
- Tercero, a todo el mundo le gusta hacer un trabajo que le parezca interesante, le presente desafíos y le pague muy bien. Y la cuarta meta común de toda la humanidad es:
- Lograr la independencia financiera, alcanzar un punto en el que se cuente con suficiente dinero para no tener que preocuparse más por él.
La mejor noticia es que usted tiene más posibilidades de lograr estas cuatro metas, a un nivel más elevado y más rápidamente, si inicia, construye y hace triunfar su propia empresa, que de cualquier otra manera.
Cuando usted empieza y edifica un negocio propio y exitoso, está tomando control absoluto de su vida. Se convierte en el amo de su destino. Elimina los límites a lo que es capaz de hacer, tener y ser en la vida. Al consolidar un negocio de éxito, abre para sí un mundo de oportunidades y posibilidades con el cual la mayoría sólo puede soñar.