Supera tus Miedos a la Negociación
LA CLAVE PARA conseguir un mejor trato es simple. Pide. Pide un precio más bajo o mejores términos y condiciones. Pide revisiones y cambios en el acuerdo. Pide que incorporen inclusiones, descuentos, concesiones o productos o servicios extras adicionales como parte del acuerdo global.
Pide amablemente. Pide con expectativas. Pide con confianza. Pide cortésmente. Pide rotundamente, si crees que te será más útil. Pero siempre pide categórica y claramente lo que quieres. Siempre pregunta por qué, y por qué no. El futuro pertenece a los que piden. El futuro pertenece a aquellos que con confianza y valentía piden lo que quieren, y piden de nuevo, y vuelven a pedir.
Si este consejo es tan simple, ¿por qué tan poca gente da un paso adelante y pide lo que quiere? Para muchos de nosotros, esto se remonta a la primera infancia. Se deriva invariablemente del miedo al rechazo como resultado de la crítica y la falta de amor incondicional que muchas personas experimentan de niños. Cuando los niños no experimentan un entorno totalmente enriquecedor durante sus años de formación, crecen carentes de autoestima y autoconfianza. Como resultado, a menudo no sienten que merecen conseguir una oferta mejor que la que se les ofrece.
Este miedo al rechazo puede ser un lastre para las personas a lo largo de su vida adulta. A menudo aceptan acuerdos, condiciones de empleo, precios (tanto de compra como de venta) que son mucho menos ventajosos que los que podían lograr, solo porque tienen miedo de que alguien vaya a decir no.
Tú puedes superar un miedo mediante la participación en el comportamiento opuesto. Si tienes miedo al rechazo y tu comportamiento normal es aceptar pasivamente los términos y condiciones que se te ofrecen, puedes superar este miedo pidiendo continuamente un mejor trato, y sin que importe si la persona dice «no».
Hazlo varias veces, y el temor pronto disminuirá y desaparecerá. Este es el proceso de «insensibilización sistemática». Al confrontar tu miedo, y al hacer varias veces lo que temes, el miedo desaparece con el tiempo.
Del mismo modo que el miedo es un hábito, el valor es un hábito también. Forzarte a actuar con valentía, especialmente pidiendo mejores precios y condiciones en una negociación, en realidad construye tu autoconfianza y tu autoestima.