Un compañero de clase, algún vecino, o un amigo de la juventud. Burlas, peleas, manipulaciones, menosprecios… Cuando tomamos conciencia de la mala actitud que hemos tenido, ya es tarde. El daño ha sido hecho. ¡Qué daríamos por dar marcha atrás en el tiempo!
¡Cuánto más profundo y permanente es el dolor cuando aquellos a los que hemos herido, afectado son nuestros propios hijos! De todas las personas que se les cruzarán en esta vida, los padres seguimos siendo las personas más influyentes.
Somos sus primeros modelos de vida, sus ejemplos a seguir. Aunque usamos palabras, son nuestras acciones, y reacciones, las que hablan más fuerte. Vamos marcando sus vidas.
La pregunta es: ¿cómo lo estamos haciendo? ¿Cómo lo hemos hecho?
El contenido de este libro pretende concientizar a los padres sobre la tremenda influencia que ejercen sobres sus hijos y las generaciones siguientes, ya que, aunque no nos demos cuenta, ellos siguen nuestros pasos, pues somos sus referentes.
El material aquí presentado es una ficción basada en hechos reales, los nombres de los personajes se han modificado para proteger la identidad de la protagonista y se han agregado circunstancias adicionales para presentarla como una novela.