Como líderes, una de las cosas que debemos siempre tomar en cuenta que ser perfecto es diferente de alcanzar excelencia en el ministerio.
Perfecto es definido como ser sin errores.
Excelencia significa que hacemos lo mejor que podemos con los recursos que tenemos ahora.
Es importante que notemos que como líderes, Dios no requiere nosotros seamos perfectos, pero Él requiere de nosotros que alcancemos un consistente estado de excelencia. Muchas veces fallamos porque tratamos de aparentar perfección.
Citas sobre cometer errores:
“Un hombre sabio aprende de los errores de otros. Nadie vive lo suficiente como para cometerlos todos él mismo.”
“No hay duda en mi mente de que hay muchas maneras de ser un ganador pero sólo hay una manera de ser un perdedor y esa es fallar y no ver más allá del fracaso.” Kyle Rote, Jr.
“Fracaso es mi don espiritual.” John Maxwell
“Aprende a reirte de tus errores porque todos los demás lo hacen.” John Maxwell
Eclesiastés 7:14 “En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera.”
Aprendiendo de nuestros errores – Una de las señales clave de un excelente líder es que él es capaz de aprender de sus errores. Una falla no es el final a no ser que no aprendamos de él. La verdad del asunto es que todos cometemos errores y continuaremos cometiéndolos. La pregunta es si aprenderemos o no de esos errores.
“Los errores son una parte saludable del proceso de liderazgo. La pequeña gran diferencia entre aquellos que alcanzan éxito y aquellos que no, es su habilidad para aprender de sus errores.”
Los diez errores que los líderes cometen más comúnmente – Hay básicamente 10 errores que los líderes han cometido a través de los años vez tras vez y que es importante que los estudiemos. Como líderes, es imposible que no cometamos errores; pero podemos hacer lo mejor que podamos para no cometer los mismos errores que otros han hecho antes de nosotros y más bien aprender de sus errores.
Error # 1 – Tratar de agradar a todos
“Fórmula para el fracaso – Tratar de agradar a todos”
Usted no puede agradar a todos. La mayoría de la gente no está acostumbrada al conflicto y no le gusta. Lo que usted debe tener presente es que la mayoría de la gente no gusta del cambio y no lo asumirá. También la mayoría de las buenas cosas que suceden en nuestra vida muchas veces causaron dolor al principio. A la gente no le gusta el dolor así como tampoco les gusta el cambio. Así que lo que debemos tener presente es que la mayoría de la gente no sabe lo que es mejor para ellos, ellos no elegirán lo que es mejor para ellos y harán lo mejor para escoger el camino menos doloroso.
Nunca pregunte a la mayoría qué es lo mejor para ellos porque muchas veces ellos no saben y escogerán el camino de menor resistencia
Si como líder, usted basa sus decisiones en agradar a la gente, usted caerá en las siguientes trampas:
Usted temerá más a la gente que a Dios
Usted creará una co-dependencia en su gente
Usted fallará en priorizar correctamente
Usted tomará la decisión que le parezca bien a la gente y no tomará la decisión correcta.
Lección aprendida: La lección general que debemos aprender es que no podemos liderar personas si necesitamos su aprobación.
Error # 2 – Jugando juegos políticos
“El primer mandamiento de un político es no comprometerse él mismo.”
El pensamiento general es que como líder uno se compara a sí mismo con otras personas en el ministerio. Mucha gente no trabaja en engrandecer su organización sino se enfoca en posicionarse a sí misma para la próxima gran promoción. Un gran ejemplo de esto es una cesta de cangrejos. Ninguno de estos cangrejos puede alcanzar la cima porque todos ellos se están jalando hacia abajo tratando de escalar uno sobre los otros. Usted nunca alcanzará éxito cuando juegue en juego de los políticos.
Si juega el juego político, usted caerá en las siguientes trampas:
Usted confiará más en la aprobación de los demás que en la de Dios
Usted se comparará con otros
Usted fallará en desarrollar sus propias convicciones y valores
El temor a fallar – Debemos entender que muchas veces lo que mantiene a las personas atrás no es el temor a fallar; sino el temor a ser vistos como un fracaso. Mucha gente evita arriesgarse porque temen ser mal vistos si fracasan. Nos obsesionamos tanto en ser apreciados que no queremos hacer cosas que sentimos que nos harían ver mal a los ojos de otros.
“Cuando tu temor al fracaso es mayor que tu temor a Dios y que tu convicción para hacer lo que es correcto, tú siempre harás las decisiones erradas.”