La vida es, sobre todo, un continuo aprendizaje, la forma con que nos relacionamos desde temprano con nuestro mundo, depende del grado de conocimiento que tengamos al momento, y con cada nueva experiencia añadiremos un nuevo nivel de conocimiento experimental que formará parte de nuestra filosofía de vida y nuestra lógica.
Pero como todo cambia cada vez más fuerte dentro de un marco mas reducido de tiempo, los hombres, los grupos y las máquinas no pueden dejar de aprender. Porque sino dejan de hacer las cosas bien.
Cada día aparece un nuevo software, un nuevo hardware, una nueva máquina que controlar, un nuevo puesto de trabajo que cubrir acorde al nuevo adelanto tecnológico ¿Y quién lo ocupará?
Tenemos poca cultura del cambio, nos resistimos a todo lo nuevo que nace bajo el sol, vemos que la desocupación aumenta de forma muy alarmante en América Latina, pero a veces no toda desocupación viene como consecuencia de que las empresas quiebran sino porque eliminan puestos de trabajo obsoletos, creando otros diferentes para los cuales la gente no se ha preparado adecuadamente.
En el terreno cristiano, lamentablemente, esto se hace más evidente, generaciones de cristianos han quedado postergados esperando el regreso del Señor, que no está mal porque en verdad viene, pero que se les ha enseñado a tener una actitud pasiva frente a los cambios y no participar en ellos, estos adelantos eran vistos, como a una suerte de anticristo como sucedió con la aparición de la TV. , lo que hizo que nunca hallamos estado en ámbitos de influencia política, científica, tecnológica o económica. Para tornar esta realidad, todavía implantada en muchos, debemos comenzar a educar para el cambio.
Por lo cual cambiar también significa olvidarse de cosas que sabíamos pero que ya no nos sirven. Esto es desaprender (y esto a los seres humanos nos duele).
Aprender significa detectar lo que cambió y lo que va a cambiar y disponer de las habilidades y capacidades para lograr los objetivos a pesar o gracias a esos cambios.
Pero aprender también significa saber que tipo de objetivos se deben perseguir en la vida, cosa que muchos aún no lo saben.
Aprender significa pensar que nunca podemos conocer la realidad objetiva, por lo menos es este mundo, porque el "conocer" es una actividad subjetiva, lo que tenemos en la mente son solo percepciones o representaciones de la realidad pero que no necesariamente esas percepciones y representaciones coinciden exactamente con la realidad objetiva.
Por eso podemos tener muchas opiniones diferentes referentes a un mismo tema y sin embargo no estar ninguna equivocada, muchas apreciaciones de un mismo cuadro.
Pero que toda verdad relativa va convergiendo en una verdad absoluta (Jesús, el autor y consumador de la fe), lo que significa que con cada verdad descubierta nos vamos acercando a una verdad mucha mas perfecta (mejoramiento de nuestras ideas), por esto la falta de conocimiento y de progreso será un duro golpe a nuestro Señor quien constantemente desea ampliar nuestras fronteras mentales y posibilidades reales de expansión dándonos margen para que nunca pensemos que las cosas están confinadas a estructuras fijas, impermeable a los cambios.
El propósito del Señor es que lleguemos al conocimiento pleno de todas las cosas y lleguemos a ser como Él es, que si bien, a este punto no llegaremos en esta vida, pone de manifiesto que existe una brecha muy amplia entre lo que conocemos y somos y lo que debiéramos conocer y ser, y no debemos pensar en reducirla recién cuando hallamos partido de este mundo, pues tenemos hoy y aquí al Espíritu Santo, quién desea enseñarnos todas las cosas.
El conocimiento que no se traduce en cambios concretos de nada aprovecha, traducir el saber en hacer será nuestra próxima gran tarea y para esto último se requiere valor.
Por último, en el nivel superior de la inteligencia humana, aprender significa:
Aprender a aprender.Saber cómo saber cómo.Aprender a cambiar¿Cómo puedo yo saber que usted me entendió?¿Cómo puede usted estar seguro de lo que le quise decir?.
Pastor Sergio García