Muchos grandes hombres fallaron en prepararse para los días lluviosos; pensaron que siempre serían como en sus comienzos, y esto no es cierto.
La filosofía cristiana que ha predominado ha sido descuidar los planes para el futuro y sólo "esperar la vuelta del Señor". Si está convencido de esto, lo desafío a vivir con santidad como si él viniese mañana temprano, pero preparar y construir como si él no viniese.
Pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.
2 Corintios 12:14
Es necesario que tengamos herencia detrás nuestro para la próxima generación. A algunos nos resulta difícil porque no hemos heredado nada con qué construir. ¡Si cada hombre sólo provee lo suficiente para su día y no más, entonces está enviando a su hijo a retroceder todo el camino hasta el primer grado para empezar todo de nuevo! Dios quiere que su pueblo adquiera su riqueza y pase su sabiduría de generación en generación.
Padre, prepare a su hijo. Pastor, prepare a su sucesor. Si usted se atreve a relacionarse con la generación futura, ¡entonces siempre será una parte de su éxito en vez de estar impresionado por él!
Es un trágico desperdicio para un hombre no dejar nada para acreditar salvo su consumo. Tenga cuidado de no convertirse en mejor consumidor que inversionista. ¡Esta es la marca de un hombre centrado en sí mismo!
Mucha gente con talento bendijo a todos los demás con su don y luego murieron pobres porque creyeron que siempre serían capaces de reconstruir lo que regalaron. Sus gastos en demasía los abrumaron cuando se dieron cuenta que ya no podían producir en la misma medida. Sus hijos están enojados porque fueron privados de la presencia de sus padres en vida porque estaban "tan ocupados". ¡Ahora, después de su muerte, también se les niega su herencia!
Dios desea que usted sea más sabio. Deje a sus hijos una herencia espiritual y natural. Quien sea el que venga después de usted, sea su hijo o su sucesor, ¡él o ella tendrían que tener el camino allanado por usted porque la gente bendecida siempre deja una bendición!
Tengo noticias para usted: ¡Igual que su edad, su potencial para hacer dinero decrese drásticamente! Sé que no suena muy espiritual, pero es la verdad. Dios nos dio espacio para preparamos, pero no pue sus propósitos sólo porque nosotros hemos fracasado en planificar. ¡Lo desafío a preparar un plan para el futuro! Es el deseo de Dios que usted no sólo sea bendecido sino que se convierta en una bendición como hombre de Dios. ¡Dios le dijo a Abraham que todas la naciones de la tierra iban a ser bendecidas por él! (Vea Génesis 18:18).
Enséñele a sus hijos a ser sabios. Muéstreles cómo hacer dinero y cómo invertirlo para sacarle el máximo de rendimiento. ¡Enséñeles cómo manejar el dinero sin adorarlo!
¿Tiene usted un plan para su vida, o está pidiendo a su esposa e hijos que lo sigan mientras deambula por el "carnaval de la vida" eligiendo caminos al azar? Usted necesita un plan realista que se adapte a las edades y etapas cambiantes de los hombres. Ya que usted sabe que no estará siempre en la etapa en la cual se encuentra ahora, necesita saber cómo va a capitalizar este breve momento en su historia. La gracia de Dios le está dando una oportunidad para prepararse para la próxima etapa.
Construya un fundamento en el mejor momento de su fuerza y productividad para descansar sobre ella en su edad madura, de otra manera la necesidad y amargura producirán celos, enojo, y frustración. Si usted es un hombre joven en busca de un padre sustituto, sea cuidadoso al elegir un hombre que haya incluido en sus planes una provisión para sus años maduros. Si no lo ha hecho, él puede más tarde tener celos de usted y ambos sufrir en la amarga esclavitud del síndrome de Saúl".
El reino necesita padres seguros, padres espirituales que no "molesten" a sus hijos financiera, espiritual o emocionalmente. La única forma de lograr una seguridad duradera es tomar previsiones para sus necesidades futuras durante el tiempo de su mayor vigor. Cree un plan que le permita ser guiado por Dios y no impulsado por la necesidad.
Muchos padres que han tenido sabiduría en otras áreas fracasaron en prepararse para las últimas etapas de la vida. No hay nada más perturbador que ver a un hombre en edad avanzada luchando sólo por mantener un ingreso para subsistir. Tendría que ser capaz de usar su tiempo en oración y nutrir a sus nietos. ¡Tiene que haber un camino mejor!
¡Seamos hombres en los negocios!
¡Es hora que usted y yo crezcamos y quitemos nuestro interés de los juegos y las muchachas! ¡Es tiempo de hacer fuerza en verano para podemos calentar y estar cómodos en el invierno! Saúl se resistió a lo inevitable, y derrochó sus últimos años tratando de matar al joven que más había admirado porque tuvo celos que Dios hubiese escogido a David para que lo sucediera a él en el reino.
Si a usted le duele escuchar a la multitud cada vez que aclama a otro que no sea usted, entonces no está preparado ante las señales de cambio. ¡Si no ha aprendido a estar orgulloso de contribuir con su fuerza al éxito de algún otro como lo hace un buen entrenador, entonces está sufriendo el "síndrome de Saúl"! Al final, Saúl lo perdió todo porque no quiso moverse cuando Dios dijo que el tiempo había llegado. ¡Es una pena que se arruinen éxitos precoces por no entender de quién es el turno en el escenario!
Proclame esto conmigo: "Quiero transformarme, pero me niego a transgredir los derechos de otros. Soy fuerte en todas las edades. Soy vibrante en todas las etapas. Soy un hombre liberado, no un hombre en la perdición. No estoy ni incontrolable ni inconquistable".
Mi aceptación al cambio no significa que me voy a la granja para morir; sólo me permite perseguir el interés que cada etapa de la vida proporciona. ¡No deseo comer comida demasiado rica, manejar autos demasiado rápidos o atacar gigantes demasiado grandes!
Todo debe cambiar
Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a David,- mas Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel
2 Samuel 21:16-17
La juvenil energía de David aterrorizaba e intimidaba a sus enemigos en los primeros años, pero el tiempo cambia las cosas- Aunque David descubrió que Su fortaleza original y su llamado habían cambiado. Ya no era necesario ni estaba equipado para luchar como un guerrero. Él seguía siendo necesario, pero ahora, como rey. Sus armas eran la sabiduría y la unción de Dios, no la espada y el escudo.
¿Quién quiere emplear a alguien al que le falta flexibilidad? ¿Quién necesita un empleado que no quiere reentrenarse o adaptarse a los tiempos y necesidades? ¿Quién espera algo de un general de huesos quebradizos que transporta pesadas cajas de municiones en el fragor de la batalla cuando puede lograr mucho más en un puesto de mando, dirigiendo hábilmente a los jóvenes y a los fuertes con su sabiduría de cabellos blancos? Usted debe tener cuidado en amar al Dador de sus tareas mas que a las tareas.
¡Deberá amar a Dios más que cualquier cosa que le haya encomendado hacer! A la larga, llegará el día en que él no le pedirá más que lo sirva de esta manera. No permita que su trabajo, su matrimonio o su ministerio le roben su caminar con Dios, porque todo está sujeto a cambio.
Aprenda de los errores de David. En el ardor de la batalla, él trató de matar un gigante igual como lo había hecho siempre en el pasado. Se impresionó cuando se dio cuenta que estaba comenzando a sufrir del "síndrome de Saúl". Su carácter y moral estaban intactas, pero había fallado en admitir las diferentes etapas en su vida, y eso casi fue fatal para él. Solamente la rápida intervención de un joven guerrero le salvó la vida.
David reconoció que ya no hacía falta que matase gigantes, había hombres jóvenes que podían hacerlo por él. ¡Un liderazgo excelente siempre llega a ser por sí mismo una tarea! Deberíamos estar entrenando y enseñando todo el tiempo hasta el día en que damos el paso de la labor a la recompensa.
El estancamiento es el enemigo del progreso. Siga avanzando. Cuando aprenda el arte de delegar, empezará a experimentar grandes cosas. La gente se aferra a algo cuando no espera nada.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará.
Salmo 1:3
¡No permita que su hoja se marchite sólo porque su temporada se está terminando! Dar frutos y marchitarse las hojas son dos cosas diferentes. Saúl dejó marchitar sus hojas cuando supo que su temporada fructífera había pasado. Su temporada había terminado y la de David comenzado, pero Saúl pudo haber prolongado su etapa obedeciendo la palabra de Dios (ver Samuel 15:22).
¡Cuando la estación fructífera llegue a su fin, usted todavía puede mantener las hojas! Las hojas marchitas significan presencia de enfermedad, o la inminente muerte del árbol. No permita que la amargura marchite su hoja y cambie su actitud. Si es sabio estará en condiciones de vivir de la cosecha y prosperidad del pasado.
Debajo de sus ramas usted debería ver nuevos pimpollos emergiendo como un resultado de su presencia. Puede que sean nuevos árboles, pero sin embargo son sus frutos. Continúe prosperando y produciendo a través de las vidas de su descendencia.
Los hombres pueden olvidar rápidamente la obra que usted realizó; ellos se lo pierden. La generación que falla en honrar a sus padres no se mantendrá por mucho tiempo, pero le aseguro que Dios ha mantenido un registro. Él le pagará por cada sacrificio que haya hecho y por todo el trabajo realizado.
El pago no está limitado a la eternidad después de su muerte; usted puede esperar recompensas incluso ahora. ¡Habrá bendiciones que lo despierten por la mañana y gracias que lo mecerán para dormirse por la noche!
Marche fuerte y párese firme. ¡Necesitamos su presencia! Usted es la luz de Israel y un punto brillante de revelación divina para su nación. Usted es demasiado importante para hacer lo que acostumbra hacer.
Siéntase alrededor del fuego de nuestro consejo como un jefe sabio. ¡Si usted planifica la estrategia, nosotros pelearemos la guerra armados tanto con la sabiduría de la edad como con la fuerza de la juventud! Su sabiduría es tan aguda y efectiva como las muescas de triunfo en su arco de batalla y su calmado coraje es el combustible que . nos abastece para el combate.
La simple sonrisa de un anciano piadoso exorcizará los demonios de nuestra juventud y estabilizará el fugaz temor al fracaso en nuestros corazones.
Todos vamos a lograr actuar sobre un escenario y estar parados bajo la luz de los reflectores, pero a la larga oiremos los aplausos dados a otro. Así como la multitud se reduce y el aplauso se desvanece, ¡debemos comprender que el alejamiento de la multitud no significa el alejamiento de Dios! Los papeles cambian y los trajes se modifican porque el escenario está sobre ruedas.
El mundo sigue corriendo, y los focos cambian de acto en acto, pero algunas cosas siempre siguen siendo las mismas: La debilidad de los hombres, el poder de Dios y el continuo cambio de escenario.