"Bendeciré á Jehová en todo tiempo; su alabanza será siempre en mi boca...” (Salmos 34:1).
Ideales son los padrones y ejemplos más elevados, dignos de ser imitados y de que repercutan en una vida en que prima la excelencia.
Los ideales nos dan cosas para desear, metas elevadas para alcanzar, ellos nos inspiran y dan belleza a nuestras vidas, ellos elevan nuestro espíritu y nos impulsan para cosas mas elevadas.
Cuando no existen ideales, las personas ven apenas el aspecto cotidiano y común, generalmente lo profano, de la vida. La vida está yendo a decadencia, cayendo en denominadores comunes sin valor. La inspiración para ir en busca de cosas mas elevadas es perdida.
No concentrarse sobre ideales, es lo mismo que viajar atravesando bellas áreas y perder la majestad del paisaje por preocuparse apenas con el polvo de la ventana del carro.
Nosotros deseamos estar conscientes de cosas mayores de que nosotros mismo, tener metas que estén más allá de nuestro alcance inmediato. Deseamos la visión de cosas más elevadas que despierten nuestro espíritu y motiven nuestras acciones.
Beneficios cuando el sentido de los ideales se desenvuelve:
* Las personas son inspiradas para ir en busca de objetivos nobles
* Son elevados los padrones de conducta
* Las personas se concentran más sobre las cosas realmente importantes de la vida
* La inspiración y la creatividad crecen
* Mejora la calidad de vida.
"Aquel que, habiendo perdido un ideal, se rehúsa a entregar su corazón y alma a otro, mas noble, es como el hombre que deja de construir su casa sobre la roca, porque el viento y la lluvia destruyeron la casa que el había construido sobre la arena.” - Constance Naden
"Vivir en la presencia de grandes verdades y leyes eternas, ser conducido por ideales permanentes – esto es lo que mantiene al hombre paciente cuando el mundo lo ignora, lo calma y preserva cuado el mundo lo elogia” Honoré de Balzac.