El éxito empresarial es frecuentemente medido en función de lo siguiente:
¿Nuestra empresa está manteniendo, o excediendo el volumen de ventas del año pasado? ¿Cuál es la participación del mercado con relación a la competencia?
También es común el uso de indicadores financieros para medir el éxito personal: “¿Mi nivel de sueldo o mis compensaciones están creciendo de acuerdo con mis expectativas? ¿Estoy en el camino correcto para la próxima promoción, asi como para el aumento de salario que vendrá con ella? ¿Puedo comprar el carro nuevo que quiero, una casa más grande o los equipos tecnologicos más modernos que todo el mundo está usando?” Basicamente nuestra tendencia es determinar el grado de éxito personal conforme a la respuesta de la pregunta: “¿ Estoy acumulando más riquezas?”
Parece una paradoja que muchos de los momentos más admirables de la humanidad hayan sucedido cuando aquellos que tenian mucho, liberaron sus riquezas, ofreciendolas generosa y libremente a los que nada tenían. Nosotros presenciamos recientemente ejemplos de esa realidad através del auxilio a las víctimas del sunami en Asia; la asistencia a los que sufrieron con inundaciones en Europa; personas y recursos mobilizados para socorrer a los millares de afectados por la devastación del huracán Katrina en Luisiana y en otras regiones del su de los Estados Unidos.
Cuando escuchamos de hombres, mujeres y niños afligidos por catástrofes naturales, algo en nuestro interior nos recuerda que nuestras “cosas” no son realmente tan importantes. Tomamos conciencia del noble llamado para compartir con los necesitados.
Dos mil años atrás Jesús expresó eso de la siguiente forma: “Mas bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). La razón para eso, en parte, se debe a que cuando damos, también recibimos la alegría y la satisfacción de saber que fuimos capaces de ayudar a alguien.
Años atrás una película popular introdujo la expresión: “pásalo”. Basicamente significa reconocer la bondad que recibimos y hacer lo mismo por otras personas. Cada uno de nosotros puede atribuir por lo menos una parte de nuestro éxito profesional a la ayudo y soporte de otras personas. Cuando auxiliamos a alguien en necesidad, estamos “pasando” lo que recibimos. El libro de Proverbios contiene pensamientos adicionales sobre este tema:
. Esté listo para dar cuando surja oportunidad. El mejor momento para dar y ayudar a otros es cuando ellos necesitan asistencia y no cuando sea más conveniente para nosotrso. Un hombre que está ahogandose necesita socorro inmediatamente y no cuando tengamos tiempo. “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré. Cuando tienes contigo que darle." (Proverbios 3:27-28)
. Ayudar a otros refuerza los lazos de nuestra humanidad. Socorrer a los necesitados proclama lo que tenemos en común como seres humanos, en vez de enfocar diferencias étnicas, económicas o culturales. “El que oprime la pobre afrenta a su Hacedor; Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra” (Proverbios 14:31). “El rico y el pobre se encuentran; A ambos los hizo Jehová” (Proverbios 22:2).
. Ayudar a otros es ayudarnos a nosotros mismos. Si usted de repente se encuentra en grande necesidad, ¿no le gustaría que alguien estuviese prestes a socorrerlo? Nuestra disposición para actuar con generosidad y satisfacer las necesidades de otros, puede algún día ser recompensada cuando pasemos por grandes dificultades. “El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.” (Proverbios 21:3). “Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos; Mas por el hombre entendido y sabio permanece estable" (Proverbios 28:22).
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Robert J. Tamasy es vicepresidente de comunicaciones de la Leaders Legacy, corporación benefíciente con base en Atlanta, Georgia, USA. Veterano con mas de 30 años de trabajo en periodismo profesional, es coautor y editor de nueve libros, entre los cuales están: "The Heart of Mentoring: 10 Proven Principles for Developing People to Their Fullest Potential" (El Arte de Mentorear: 10 Principios Probados Para el Desarrollo Personal en Todo o Su Potencial", recientemente publicado..Traducción de Alicia Gonzales Lemos.