Solo las Mentes que tienen Hambre pueden Crecer

¿Se ha dado cuenta de que hay personas que usted conoce que literalmente están en el mismo lugar hoy en el que estaban hace quince años?

¿Todavía tienen los mismos sueños, los mismos problemas, las mismas excusas, las mismas oportunidades y la misma forma de pensar? No están avanzando en la vida.

Es como si hubiesen desenchufado sus relojes a cierta altura en sus vidas y se han quedado fijos en ese momento. Sin embargo, la voluntad de Dios para nosotros es que crezcamos, que continuemos aprendiendo y mejorando. El lugar más grande que existe en nuestra vida es el lugar que tenemos para mejorar.

Un famoso adagio dice: «Lo que cuenta es lo que aprende después que sabe algo». Debo admitir que soy un poco fanático en cuanto a esto.

Detesto desperdiciar el tiempo, tiempo en el que no estoy aprendiendo nada. Las personas cercanas a mí saben que siempre debo tener algo que leer o escribir durante los momentos en que no tengo nada que hacer. De hecho, trato de aprender de todo el mundo.

De alguien tal vez aprenda lo que no hacer, mientras que de otro aprendo qué hacer. Aprenda de los errores de otras personas. Usted nunca puede vivir el tiempo suficiente como para cometer todos los errores por usted mismo.

Puede aprender más de un hombre sabio que se equivoca que de un hombre necio que está en lo cierto.
Goethe dijo: «Todos quieren ser; nadie quiere crecer».

Estoy de acuerdo con Van Crouch:
Nunca va a cambiar sus acciones hasta que no cambie de parecer.

Una manera importante de continuar su crecimiento es que nunca deje de formular preguntas. La persona que tiene miedo de preguntar tiene vergüenza de aprender. Las respuestas más importantes de la vida se pueden encontrar cuando se formulan las preguntas correctas.

Debemos aprender como si fuéramos a vivir para siempre y vivir como si fuéramos a morir mañana. Es cierto lo que dijo W. Fussellman: «Hoy un lector. Mañana un líder».

Harvey Ullman observó:
Cualquier persona que deja de aprender es vieja ya sea que esto suceda a los 20 o a los 80 años. Cualquiera que continúa aprendiendo no sólo permanece joven, sino que se hace cada vez más valioso sin importar cuál sea su capacidad física.

A Timoteo se le dan estas instrucciones: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado» (2 Timoteo 2.15). Es agradable continuar aprendiendo. El aprendizaje le da valor a su vida.

Aprenda de otras personas. Aprenda a ver en los desafíos de otros las cosas que debería evitar. La experiencia es una posesión presente que evita que repitamos el pasado en el futuro. La vida nos enseña dándonos nuevos problemas antes que hayamos resuelto los problemas viejos. ¿Cree usted que la educación es costosa o difícil?

Escuche lo que dice Derek Bok:
Si usted cree que la educación es cara pruebe la ignorancia.