El Mejor Regalo
"Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir."
San Lucas 6:38
Es mucho y variado lo que podemos dar a los demás: dinero, una ayuda, un sonrisa, nuestro oído, alimento, atención, cariño, respeto, un abrazo, una palabra amable, comprensión, perdón, etc. Nadie es tan pobre que no tenga algo para dar a su prójimo.
Si no damos es porque no nos sensibilizamos con las necesidades y carencias de las personas, o porque nos falta empatía con el dolor del prójimo, o porque tenemos miedo de perder y desconocemos la bendición que hay en el dar.
Nadie es tan pobre que no tenga algo para dar a su prójimo
No deberíamos dejarnos arrastrar por el egoismo, el miedo y la falta de fe y abrirnos a las grandes posibilidades que encierra este principio divino que es la generosidad.
Si confiamos en estas palabras de Jesús, seremos favorecidos material y espiritualmente. Es muy claro el Señor: "Dad y se os dará" Y Él no miente. Usted dará y de seguro obtendrá un buen resultado para su vida, tendrá un fruto porque "... todo lo que el hombre sembrare, eso también segará." (Gálatas 6:7)
Por otro lado, si usted critica a su prójimo, si es áspero en su trato, si no tiene paciencia ni comprensión, lo más probable es que también sea criticado, mal tratado y no le tendrán tolerancia alguna, pues "con la misma medida con que medís, os volverán a medir." (Lucas 6:36)
Propongámonos en este tiempo en que celebramos la Encarnación del Hijo de Dios, en que Dios se regaló a Sí mismo para salvarnos, regalar generosamente mucha paciencia con el prójimo, regalar bondad atendiendo a las necesidades de las personas, obsequiar con elogios verdaderos y reconocimiento de las virtudes de otros, regalar con sencillez y sin interés en recibir recompensa, en fin regalar amor de Dios.