MICHIGAN (Adventist News Network). Puede ser más fácil recibir el perdón que perdonar, sugieren los resultados de un estudio de la universidad de Michigan emitido recientemente.
Un 75% de los adultos consultados en un estudio telefónico, dijeron que estaban seguros de que Dios los había perdonado por los errores pasados. Pero solo un 52% de los participantes dijeron que habían podido perdonar a otras personas que les habían hecho daño.
Casi mil quinientos adultos seleccionados al azar fueron consultados respecto del perdón, como parte de una encuesta mayor sobre actitudes del consumidor. Los investigadores encontraron que las mujeres eran más dadas a perdonar que los hombres, con 54% de mujeres que informan una intención de dejar que lo pasado sea pasado, comparado con 49% de los hombres.
Los resultados del estudio también mostraron una correlación entre la edad y la habilidad para perdonar. Los participantes de más edad estaban más inclinados a informar que ellos habían perdonado a otros.
El Dr. Loren L. Toussaint, que encabezó la investigación, dice que los resultados del estudio también ofrecen una fuerte sugerencia de que el perdón paga dividendos en una mejor salud psicológica y física.
Los participantes de más de 45 años de edad que habían perdonado a otras personas por los errores del pasado, también informaron menos problemas psicológicos, como sentirse desesperado, ansioso, sin valor o inquieto.
Los participantes mayores de sesenta y cinco años que habían perdonado a otros, informaron tener mejor salud que los del mismo grupo que no habían perdonado a otros.
El Dr. Ángel Rodríguez, director asociado para el Instituto de Investigación Bíblica de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, dice que los resultados del estudio no debieran ser una sorpresa para los cristianos.
"Es natural para los humanos estar más inclinados a aceptar el perdón que concederlo a otros", comentó. "Esto explica por qué Jesús insistió en la importancia de perdonar a otros cuando nosotros hemos sido perdonados".
Desde una perspectiva teológica, "recibir el perdón crea en nosotros la necesidad de perdonar a otros", dice Rodríguez.
"La autenticidad de nuestra aceptación del perdón de Dios es por lo menos cuestionable si somos incapaces de perdonar a otras personas a su vez".
Él agrega que los resultados del estudio concuerdan con la convicción teológica de que el perdón entre los humanos trae sanidad tanto para el dador como para el receptor.
El estudio del perdón contó con el aporte financiero del Instituto Fetzer, un centro de investigación privado; el Instituto Nacional de Salud Mental, y la Universidad de Michigan.
