Las mujeres de excelencia llamadas a la acción han entendido que han sido creadas con un propósito y que nada las hará desistir de su llamado.
Mujeres de excelencia llamadas a la acción saben que su valor no proviene del mundo, sino de Dios. La Biblia dice en Proverbios 31:25: “Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo por venir.” Esto nos recuerda que Dios equipa a sus hijas con fuerza espiritual y sabiduría para enfrentar cualquier desafío.
No estamos llamadas a vivir con temor o inseguridad, sino con la certeza de que el Señor nos ha dado dones, talentos y un propósito eterno.
Hoy veremos tres áreas clave en las que Dios nos llama a actuar con excelencia.
1. Mujeres de excelencia llamadas a la fe inquebrantable
“Bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.” – Lucas 1:45
María, la madre de Jesús, fue una mujer de fe inquebrantable. A pesar de la incertidumbre y el riesgo que implicaba su llamado, confió plenamente en la palabra de Dios.
Hoy, cada mujer es llamada a una fe firme, que no dependa de las circunstancias sino de las promesas del Señor.
¿Confías en lo que Dios ha dicho sobre ti? La fe nos impulsa a actuar con valentía y a caminar en obediencia, sabiendo que Dios nunca falla.
2. Mujeres de excelencia llamadas a la oración y la intercesión
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” – Jeremías 33:3
Ana, la madre de Samuel, nos enseña el poder de una mujer que ora con pasión y perseverancia. A través de la oración, podemos cambiar situaciones, recibir dirección divina y fortalecer nuestra relación con Dios. En tiempos de incertidumbre, Dios llama a sus hijas a ser intercesoras, a ponerse en la brecha por sus familias, iglesias y comunidades. ¿Cuál es tu batalla hoy? La respuesta comienza en la oración.
3. Mujeres de excelencia llamadas a impactar generaciones
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos…” – Deuteronomio 6:6-7
La mujer tiene el poder de influir en generaciones enteras. Débora lideró a Israel, Rut fue un ejemplo de fidelidad, y Ester salvó a su pueblo. Hoy, Dios sigue llamando a mujeres a marcar la diferencia, ya sea en el hogar, en la iglesia o en la sociedad. Cada acción que tomas deja una huella en quienes te rodean. ¿Qué legado estás construyendo?
Dios no busca mujeres perfectas, sino dispuestas. Mujeres de excelencia llamadas a la acción saben que han sido creadas para algo más grande que ellas mismas. Hoy, el Señor te dice: “Levántate, esfuérzate y actúa” (1 Crónicas 28:10).