Ningún Temor
No es voluntad de Dios que vivamos con ningún tipo de temor. Recuerde: Dios no nos ha dado espíritu de cobardía (2 Timoteo 1:7). Le insto a confiar en la Palabra de Dios y saber por encima de toda sombra de duda que Él desea profundamente una íntima relación con usted, y quiere que usted disfrute de relaciones íntimas con otras personas.
Deberíamos trabajar con Dios para desarrollar esas relaciones con familiares y amigos.
Dios se interesa por todo lo que jamás le ha interesado, le interesa o le interesará a usted. Él quiere participar en cada área de su vida. La voluntad de Dios es que tengamos relaciones saludables, edificantes y satisfactorias con otras personas. Deberíamos trabajar con Dios para desarrollar esas relaciones con familiares y amigos.
Algunas personas por su temperamento natural necesitan tener más personas en sus vidas que otras, pero todos necesitamos a alguien. Ninguna persona ha de vivir desconectada de los demás. No puedo prometerle que usted nunca resultará herido en las relaciones; de hecho, puedo prometerle que probablemente sucederá, pero la recompensa vale la pena el riesgo al final.
Cuando atravesamos juntos cosas en las relaciones, eso hace que nos acerquemos más el uno al otro, de modo que no tire la toalla y viva una vida aislada y solitaria llena del temor a la intimidad.
Dios conoce todo lo que hay que conocer acerca de cada uno de nosotros, y de todos modos nos ama. Yo quiero tener relaciones así con personas, y estoy segura de que usted también quiere. Creo que existen lo que yo denomino “conexiones divinas” para todos nosotros.
Son relaciones que Dios proporciona y que serán profundamente satisfactorias para nosotros. Siga confiando en que Dios le dirija a desarrollar relaciones íntimas y saludables; no es su voluntad que usted viva una vida aislada y solitaria debido al temor.