Un nuevo comienzo implica tener valor para enfrentar lo desconocido. Llegar a ser bendición para otros, entraña desafíos.
Experimento también temores parecidos a los que debió haber sentido Josué cuando Dios le comunicó a través de Moisés que sería el responsable de guiar al pueblo a la conquista de la tierra prometida. Al igual que yo, quizá Josué tuvo muchas razones para sentirse incompetente. Sin embargo, Dios lo animó diciéndole: «No temas, yo estaré contigo…».
Siendo mujer me identifico con algunas mujeres de la Biblia a quienes Dios escogió y llamó para que fueran las iniciadoras de un nuevo comienzo que resultó en bendición para el pueblo de Dios.
Por ejemplo, María quien fue llamada para ser instrumento para el nacimiento de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Otro ejemplo es Lidia, quien fue la base de la primera iglesia cristiana en Europa.