Bendice, oh Jehová, a aquellos que son justos y que buscan seguir tu camino. Que tu favor los rodee como un escudo, protegiéndolos y guiándolos en todo momento.
Escucha, oh Jehová, mis palabras;
Considera mi gemir.
Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,
Porque a ti oraré.
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;
De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. Salmo 5
Con estas palabras David se introduce a la oración.
Dios misericordioso y justo, escucha nuestras palabras que elevamos hacia ti en este momento de clamor y gemir. Reconocemos que eres nuestro Rey y nuestro Dios, y confiamos en tu poder y tu gracia para escucharnos y respondernos.
Te pedimos, Señor, que estés atento a nuestra voz mientras clamamos a ti. Sabemos que eres un Dios que no se complace en la maldad y que aborreces a los que hacen iniquidad. Por eso, te pedimos que nos guíes en tu justicia y endereces nuestro camino delante de ti.
Reconocemos nuestra dependencia de ti y nos presentamos delante de tu presencia cada mañana, confiando en tu misericordia y tu protección. Sabemos que tú eres nuestro refugio y nuestra fortaleza en tiempos de adversidad.
Señor, en los momentos de confusión y aflicción, te pedimos que nos des la fortaleza para perseverar en la fe y confiar en tu poder para sostenernos. Ayúdanos a depositar nuestras preocupaciones y temores en tus manos, sabiendo que tú eres nuestro refugio y nuestra fortaleza en tiempos de dificultad.
Padre, te pedimos que castigues a aquellos que se rebelan contra ti y que traigas justicia a aquellos que hablan mentira y practican la maldad. Pero que al mismo tiempo, que todos los que confían en ti se regocijen y alaben tu nombre, porque tú eres nuestro escudo y nuestro defensor.
Bendice, oh Jehová, a aquellos que son justos y que buscan seguir tu camino. Que tu favor los rodee como un escudo, protegiéndolos y guiándolos en todo momento.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor.