El Salmo 6 es un grito de angustia y súplica hacia Dios por parte del salmista, quien se encuentra en un estado de profundo sufrimiento físico y emocional. En medio de su dolor, el salmista busca la misericordia y la sanación de Dios, reconociendo su necesidad de ayuda divina y confiando en la fidelidad y el amor del Señor para responder a su clamor. A través de este salmo, podemos sentir la intensidad de las emociones del salmista y su profunda dependencia de Dios en momentos de aflicción.
Oremos:
Oh Señor, en medio de mi aflicción y angustia, elevo mi clamor hacia ti. Reconozco mi debilidad y mi necesidad de tu ayuda. Ten misericordia de mí, oh Dios, porque estoy enfermo y mis huesos se estremecen.
Mis huesos se estremecen de dolor, y mi alma está turbada por la aflicción. Me consumo en gemidos, y mis lágrimas inundan mi lecho cada noche. Pero confío en tu misericordia, Señor, y clamo a ti en busca de sanidad y consuelo, no te tardes.
Vuélvete hacia mí, oh Señor, y libra mi alma de la desesperación. Sálvame por tu gran amor y tu fidelidad inquebrantable. Escucha mi ruego, oh Dios, y recibe mi oración por tu gracia y compasión.
Que aquellos que me afligen no les sea tomado en cuenta su pecado ni su ofensa, mientras tú muestras tu poder y tu gloria. En medio de mi sufrimiento, te alabaré, oh Señor, porque has oído mi clamor y has venido en mi auxilio.
