¿Qué es Decepción?
Engaño, chasco, desilusión. Pesar que un desengaño causa.
¿Qué dice la Biblia sobre Decepción?
Versículos Bíblicos sobre Decepción
Circunstancias preparadas, Deuteronomio 8.16.
Viñas sin cosechas, Deuteronomio 28.39; Miqueas 6.15.
Mayor victoria en muerte que en vida, Jueces 16.30.
Enfrentar decepciones sin quejas, Job 1.22.
Hastiado de la vida, Job 10.1 (RVA).
Esperanza del suspiro de muerte, Job 11.20.
Duelo por la oración sin respuesta, Salmo 35.13-14.
Sin temor a las malas noticias, Salmo 112.7-8.
Agonía en la espera y gozo del deseo cumplido, Proverbios 13.12.
Decepción de padres, Proverbios 17.25.
Conducir la decepción, Proverbios 19.23.
Cosecha perdida, Isaías 17.10-11.
Descubrir al despertar que el sueño era mentira, Isaías 29.8.
Esperanzas frustradas, Jeremías 14.19.
Desencanto de Jonás con Nínive, Jonás 4.1-3.
Casas asoladas, Sofonías 1.13.
Esperan mucho y reciben poco, Hageo 1.9.
«Suspiró profundamente», Marcos 8.11-12 (NVI).
Propósito del sufrimiento, Romanos 5.3.
No entristecerse con quienes se debe gozar, 2 Corintios 2.3 (LBD).
Regocijarse aun con oraciones sin respuesta, 2 Corintios 12.7-10.
Sorprendido, atónito, Gálatas 1.6.
Participar en tribulación, Filipenses 4.14.
Actitud hacia amigos desleales, 2 Timoteo 4.16.
Razones del momento, Filemón 15-16.
Perfección mediante sufrimiento, Hebreos 2.10.
Confiar en que las promesas se cumplirán, Hebreos 11.13.
Toda lágrima se enjugará, Apocalipsis 21.4.
Más info sobre Decepción
Dos estudiantes caminaban cierto día por una calle de Londres. De pronto uno de ellos se detuvo
frente a una casa de empeños, y señalando un traje con anuncios que decían, “Con algunas
manchas, gran reducción del precio”, exclamó: “¡Qué texto más espléndido para un sermón para
los jóvenes!”
Y añadió: “Nosotros los jóvenes nos manchamos, quizás muy poco, viendo una representación
vulgar en el teatro, o leyendo un libro inconveniente, o permitiendo pensamientos deshonestos o
desordenados. Y así nos manchamos, y cuando llegamos a hombres y se nos valora, quedamos
“reducidos en el precio”. Nuestro atractivo, nuestra fortaleza, habrá desaparecido. La
consagración de la juventud se habrá esfumado. Y pasamos a formar parte inseparable de los
“rezagos” o sobrantes que llevan esta marca: “Con algunas manchas: reducidas de precio.”