¿Qué es Pecado?
Transgresión de algunos de los preceptos de la ley de Dios, por pensamiento, palabra u obra.
¿Qué dice la Biblia sobre Pecado?
Hubo una época en la que el término pecado era una palabra fuerte. Cuando alguien usaba la palabra pecado, sabíamos a qué se refería. Ya no es así, porque ya nadie peca, nada más «toman malas decisiones». Incluso un criminal no peca, simplemente sufre un lapso. No sorprende que tengamos tantas personas con diversas neurosis. Si no entendemos el pecado no tendremos una cura apropiada para éste.
El pecado se puede definir como cualquier acción o pensamiento que no se conforma con la santidad de Dios. Es desobedecer los mandamientos de Dios. Con razón la Biblia dice: «Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios» (Ro. 3:23).
Hemos errado en el blanco, no hemos alcanzado la meta gloriosa establecida por Dios. Y si tenemos un concepto equivocado del pecado, tendremos una visión errónea de todo lo que realmente importa en el mundo. Nuestra comprensión del pecado determina quiénes somos como personas y nuestro entendimiento de Dios y de su gracia.
Versículos Bíblicos sobre Pecado
Imagen de Dios e imagen humana, Génesis 5.1-3.
Embriaguez de Noé, Génesis 9.22-27.
Pecado contra el hombre y pecado contra Dios, 1 Samuel 2.25.
Desobedecen a Dios, 1 Samuel 12.20.
No hay pecados veniales, 1 Samuel 15.23; Santiago 2.10.
Considera trivial andar en pecado, 1 Reyes 16.31.
Hijo menos malo que sus padres, 2 Reyes 3.1-3.
Pecado en menor grado, 2 Reyes 17.1-2.
Propósito de evitar el mal, Job 2.3.
Perdón de pecados, Job 14.16-17.
Como veneno de áspid, Job 20.12-14.
Nada escondido para Dios, Job 34.21-22.
Errores ocultos, Salmo 19.12.
Perdón de gran pecado, Salmo 25.11.
Pecado agota fuerzas, Salmo 31.10.
Pérdida de conciencia, Salmo 36.1-2.
Sanidad del alma, Salmo 41.4.
Naturaleza pecaminosa, Salmos 51.5; 58.3-5.
Corrompidos por el pecado, Salmo 53.1.
Oración con respuesta, Salmo 66.18-19.
Victoria sobre el pecado, Salmo 119.11,128.
Maldad encendida, Isaías 9.18.
Perdón de pecados como nube deshecha, Isaías 44.22-23.
Necesidad de arrepentimiento, Isaías 64.5.
Leopardo no puede mudar manchas, Jeremías 13.23.
Corazón engañoso, Jeremías 17.9.
Paga del pecado, Lamentaciones 1.14; Romanos 6.23.
Abominaciones mayores, Ezequiel 8.12-17.
Grados de pecados a la vista de Dios, Ezequiel 16.48-52.
Pena de muerte, Ezequiel 18.4; Romanos 6.21; Efesios 2.1.
Pecado personal, Ezequiel 18.14.
Justicia e iniquidad, Ezequiel 33.13.
Pecado secreto, Oseas 13.12.
Pecado adicional, Amós 1.3,6,9,11,13; 2.1,4,6.
Manantial de purificación, Zacarías 13.1.
Antiguo Testamento finaliza con maldición, Malaquías 4.6.
Muerte de Jesús por pecado de la humanidad, Marcos 15.33-37,44.
Más y menos culpable, Lucas 7.36-50.
Nada encubierto, Lucas 12.2-3.
Prefieren oscuridad que la luz, Juan 3.19-21.
Salvador y Juez, Juan 5.22-24.
Pecado cometido en ignorancia, Hechos 3.17; 1 Timoteo 1.12-14.
Pecados sirven a propósito divino, Romanos 3.5.
Ni un justo, Romanos 3.10-18.
Dios no inculpa de pecado a justo, Romanos 4.8.
Paga del pecado, Romanos 5.12.
Justificación de pecado, Romanos 6.7.
Propósito de la ley, Romanos 7.7-12,14.
Pecaminosidad, Romanos 7.13.
Restauración de pecado, Gálatas 6.1.
Redención de pecados, Efesios 1.7.
Persistencia en pecar, 1 Timoteo 5.20.
Vida anterior, Tito 3.3.
Pecado por ignorancia, Hebreos 9.7.
Pecados olvidados, Hebreos 10.17.
Despojarse de pecado, Hebreos 12.1.
Dios no tienta, Santiago 1.13-15.
Negligencia, Santiago 2.10.
No hacer lo bueno es pecado, Santiago 4.17.
Amor al mundo, 1 Juan 2.15-17.
Infracción de la ley, 1 Juan 3.4.
Pecado mortal, 1 Juan 5.16.
Definición de pecado, 1 Juan 5.17.
Mundo bajo el maligno, 1 Juan 5.19.
Mal a servicio de propósitos divinos, Apocalipsis 17.17.
Más info sobre Pecado
Ilustración sobre el Pecado
Una vez un artista estaba pintando la bóveda de un templo, y con frecuencia daba unos pasos hacia atrás en el andamio, para contemplar su obra. Se encontraba tan absorto contemplando su trabajo, que no se había dado cuenta de que iba a caer en el pavimento que estaba a gran distancia del andamio.
Otro pintor, hermano de aquel, viéndolo en peligro y comprendiendo que una palabra podría apresurar su caída, arrojó una brocha sobre el cuadro que contemplaba el artista que estaba en peligro. Este pintor, sorprendido y enojado, violentamente se dirigió hacia delante: así se salvó de una caída que hubiera sido mortal. Así también, Dios algunas veces destruye las halagadoras esperanzas de nuestro corazón, para advertirnos el grave peligro en que estamos por causa del pecado, y para salvar nuestras almas. — Peloubet.
Dejanos Tu Comentario!