¿Qué es Perdón?
El perdón es la acción por la que una persona disculpa a otro una acción considerada como ofensa, renunciando eventualmente a vengarse, o reclamar un justo castigo o restitución, optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro.
¿Qué dice la Biblia sobre Perdón?
Versículos Bíblicos sobre Perdón
Perdón filial, Génesis 45.14-15.
Perdón de acto maligno, Génesis 50.15-21.
Espíritu perdonador, Éxodo 23.4-5; Proverbios 24.17; 25.21-22.
Parábola prueba necesidad de perdonar, 2 Samuel 14.1-21.
Oración de perdón, Job 42.7-10.
Perdón de pecados por honra de Dios, Salmo 25.11 (LBD).
Perdón y castigo de Dios, Salmo 99.8-9.
Perdón y olvido, Salmo 103.12.
Nadie merece perdón, Salmo 130.3-4.
Gran misericordia y clemencia, Salmo 145.8-9.
Poder del amor, Proverbios 10.12.
Ira controlada, Proverbios 19.11.
Razón de Dios para perdonar, Isaías 43.25.
Perdón como nube que se deshace, Isaías 44.22-23.
Amor de Dios al infiel Israel, Jeremías 3.12-13.
Perdón total de Dios, Jeremías 50.20.
Volverse al Señor, Lamentaciones 5.21-22.
Ira se va para siempre, Oseas 14.4 (LBD).
Dios perdonador, Joel 2.12-13.
Dar una segunda oportunidad, Jonás 1.1-3; 3.1-3.
Gracia perdonadora y misericordia de Dios, Miqueas 7.18.
Mayordomía y perdón, Mateo 5.23-24.
Perdonar y recibir perdón, Mateo 6.14-15.
Principios del perdón, Mateo 18.21-22; Marcos 11.25; Lucas 6.37; 17.3-4; 2 Corintios 2.7-10; Santiago 5.15-16.
Perdonado que no perdona, Mateo 18.23-35.
Juzgar y ser juzgados, Lucas 6.37.
Gratitud por gran perdón, Lucas 7.39-50.
Medida total de perdón, Lucas 17.3-4.
Espíritu perdonador de mártir, Hechos 7.60.
Perdón verdadero, Romanos 4.8.
Reconciliación con Dios, Romanos 5.10.
Perdón para miembro de la congregación, 2 Corintios 2.5-11.
Vestidos de perdón, Colosenses 3.12.
Perdón y paciencia, Colosenses 3.13.
Pecados por ignorancia, 1 Timoteo 1.12-14.
Actitud de Pablo hacia desertores, 2 Timoteo 4.16.
Más info sobre Perdón
Ilustración sobre el Perdón
El misionero se estaba esforzando en hacer comprender a los míseros nativos de aquella aldea africana, cómo el poder de la sangre de Jesús basta para limpiarnos de todos nuestros pecados, sin adición ninguna de dogmas ni ceremonialismos.
Al fin, una mujer se acercó a él, y con pena le confesó: “Señor; pero mis pecados son tantos como las arenas en la ribera del mar. ¿Puede Jesús borrarlos todos?”
El misionero contestó:
“Id pues, a la orilla del agua, y levantad un montón de granitos de arena. Luego sentaos cerca y esperad. Veréis lo que sucede.”
La mujer quedó pensando un instante y por fin exclamó:
“¡Ya lo veo! ¡ya lo veo! Como la mar se llevaría todo el montón, así también la sangre de Jesús me lava de todo mi pecado... !”
Dejanos Tu Comentario!