¿Qué es Respeto?
Miramiento, acatamiento, veneración, reverencia. Consideración, atención particular.
¿Qué dice la Biblia sobre Respeto?
Versículos Bíblicos sobre Respeto
Respeto a los padres, Éxodo 20.12; Levítico 19.3; Proverbios 1.8; 6.20; Efesios 6.1-2; Colosenses 3.20.
Heridas a padres, Éxodo 21.15.
Mostrar respeto a los ancianos, Levítico 19.32; 1 Timoteo 5.1-2.
Respeto mutuo entre enemigos, Deuteronomio 2.4-5.
Respeto en iglesia y corte, Deuteronomio 17.12.
No respetar al profeta que proclama el error, Deuteronomio 18.21-22.
Obediencia, Josué 22.1-5.
Respeto a las palabras de Samuel, 1 Samuel 3.19.
Postración de ídolo ante el arca de Dios, 1 Samuel 5.1-5.
Respeto por cargo, 1 Samuel 24.1-7; 26.7-11.
Pueblo respetable, 2 Samuel 22.44-45.
Respeto a las Escrituras, Nehemías 8.5.
Muchachos irrespetuosos, Job 19.18.
Respeto en las puertas de la ciudad, Job 29.7-10.
Respeto ganado, Job 29.21.
Respeto a los viejos, Job 32.4; 1 Timoteo 5.1-2.
Actitud hacia padres ancianos, Proverbios 23.22.
Respeto a la madre, Proverbios 31.31.
Promesa de muerte tranquila y honorable, Jeremías 34.4-5.
Honor al que lo merece, Malaquías 1.6.
Respetar el nombre de Dios, Malaquías 2.4-5.
Respeto y obediencia, Lucas 6.46.
Jesús acusado de irrespetuoso, Juan 18.19-24.
Respeto de Cornelio por Pedro, Hechos 10.25-26.
Respeto a los superiores, Hechos 23.5; Romanos 13.1.
Reconocimiento de apóstol, 1 Corintios 9.1-6.
Estima y amor a los líderes espirituales, 1 Tesalonicenses 5.13.
Respeto hacia los ancianos, 1 Timoteo 5.1-2.
Dignos de doble honor, 1 Timoteo 5.17.
Respeto por los líderes, Hebreos 13.7.
Actitud para ganar respeto, 1 Pedro 2.12.
Respeto mutuo, 1 Pedro 2.17.
Consideración para todos, 1 Pedro 2.17.
Respeto a los ancianos, 1 Pedro 5.5.
Guardar las Escrituras en el corazón, Apocalipsis 1.3.
Más info sobre Respeto
Ilustración sobre el Respeto
El nombre de Fabricio Lucio, célebre general romano de los tiempos primitivos de expansión de la República ha quedado en la historia como emblema de probidad, sencillez, desinterés e integridad ciudadanas. Se dice que “hallándose el famoso general en la más completa pobreza fue nombrado emperador por la República, para ir a tratar con Pirro, rey de Epiro, sobre asuntos de la mayor importancia concernientes a su patria. Pirro lo recibió en su corte con las mayores distinciones y trató de inducirlo para que secundara sus proyectos, contrarios a Roma, ofreciéndole honores elevados y grandes riquezas.”
Pirro conocía las valías morales de Fabricio, con quien había luchado en acciones bélicas sin que hubiera logrado vencerlo. Conocía la entereza de carácter del noble patricio y creyó que si lograba inclinarlo a su favor habría hecho una trascendente adquisición. En efecto, Pirro, haciendo uso de su habilidad, de su talento y sus riquezas, y aprovechando la pobreza de Fabricio, le hizo insinuaciones morbosas, indignas de la elevada moral del ciudadano íntegro.
La contestación de Fabricio fue la siguiente: “Si aún me crees honrado; ¿por qué pretendes corromperme? Y si me crees capaz de dejarme sobornar, ¿de
qué puedo servirte?” Tan elocuente contestación hizo retroceder a Pirro y le proporcionó una visión de un hombre cabal, digno de la más alta consideración. —El Embajador.
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