Estos bosquejos de Semana Santa son una guía para predicar de la Pasión de Cristo, desde su entrada triunfal a Jerusalen, hasta su crucifixión, muerte y resurrección
En cada rayo de luz blanca, se nos dice, están todos los colores del arco iris. En esta sección tenemos una séptuple revelación del carácter del Señor Jesucristo que contrasta con la soberbia del hombre opuesta a la voluntad de Dios.
Toda la astucia de la hipocresía y de la maldad se dedicó a sorprenderle en sus palabras. Otros hombres son fácilmente atrapados de esta forma. Estos engañadores se fingieron justos para poder llevar a cabo más facilimente su diabólico propósito.
El día de la Expiación era el gran día de Israel. Todos los vasos y servicios derivaban su valor de él. Era el día más solemne de todo el año para el sumo sacerdote. El día de la humillación de Cristo fue el más solemne en toda la historia de su existencia eterna.
En esta oración, el apóstol muestra su gran fe en la total suficiencia de su Señor, cuando oraba por los hermanos en Cristo, que fueran bendecidos conforme a la potencia de su gloria.
Revelación de su fidelidad. Les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón. Mientras se lamentaban y lloraban no parecían como aquellos que eran incrédulos y duros de corazón.
A los que se están perdiendo es locura. Tiene que estarse hundiendo en la negrura de la desesperanza final aquel que cree que el método de salvación de Dios es locura. También podría considerar locura esperar recibir luz del sol
Pero el significado de los mismos en manos de Cristo incorporan las más profundas realidades en la fe cristiana. El pan: «Mi Cuerpo»; el vino: «Mi Sangre»
Desde Edén hasta la Cruz de Cristo se mantuvo ininterrumpida la línea roja sacrificial. Pero todos los sacrificios hallaron su culminación en el Cordero de Dios.
Traicionado por un hipócrita. Y también estaba con ellos Judas, el que le entregaba. Aquel que había acompañado a Cristo, que había compartido el compañerismo de sus discípulos.
La pregunta de Pilato. «¿Eres Tú el rey de los judíos?» (v. 3). A esta pregunta directa Jesús da una respuesta llana y enfática, para que Pilato pudiera, si quería, sentir la grave responsabilidad de su posición actual.
Este prejuicio secreto, que es frecuentemente resultado del sectarismo, puede ser desconocido para nuestros compañeros, pero es conocido y sentido por el Espíritu Santo, y cuelga como velo entre su influencia y el alma.