El Rechazo es el Plan Maestro del Enemigo
El rechazo es la forma en que el individuo siente y piensa acerca de si mismo. Es la percepción que tiene de él mismo. Es la importancia y el valor que el individuo se da a si mismo, es su AUTO-EVALUACION.El espíritu de rechazo trae falta de identidad, es decir que se aparta o degenera de su origen.
Esto se manifiesta cuando las necesidades básicas de amor, respeto, aceptación, seguridad y comunicación no son satisfechas, dejando al individuo fragmentado e incapaz de recibir o dar amor. El individuo presenta problemas de inseguridad, e identidad, y a su vez dificultades para establecer relaciones interpersonales.
Jeremías 3:19 “Yo preguntaba, como os pondré por hijos, y os daré la tierra deseable, la rica heredad de las naciones? Y dije:
me llamareis Padre mío, y no os apartareis de en pos de mi.” Como la persona rechazada no puede ni sabe recibir amor, le cuesta recibir y aceptar el amor del Padre celestial.
Le cuesta mucho trabajo posicionarse en su identidad de hijo y ver a Dios como padre.
La persona tiene dificultades desarrollando su relación con Dios, y en su servicio al Señor, y es posible hasta que pierda muchas bendiciones.
Todos hemos sufrido rechazo en algún momento, y por lo común muchas heridas. Esto ocasiona una raíz de rechazo que se va a extender, produciendo un tallo, del que saldrán las ramas, las hojas y los frutos. Mas adelante hablaremos de los frutos del rechazo.
A las personas se les debe ministrar espíritu de paternidad y adopción. Romanos 8:15 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de temor para estar otra vez en esclavitud sino el espíritu de adopción por el cual podemos clamar ABBA Padre!”