Conocemos personas que sienten que han desperdiciado años de su vida debido a malas decisiones. Pasaron años en una relación que era tóxica, años en adicción, años en un trabajo donde no estaban satisfechos.
Abraham tuvo una palabra definitiva de Dios acerca de su futuro. Sabía lo que Dios le había prometido, pero no tenía noticias con respecto a cuándo sucedería. Lo mismo suele ser cierto para nosotros.
Nunca he sido una buena nadadora. Tal vez no sea la mejor al nadar contra la corriente pero puedo flotar. Es maravilloso confiar en que simplemente el agua nos mantendrá a flote y seguir la corriente.