El evangelio revela la justicia de Dios como un amor que se entrega sin medida,
El Evangelio revela la justicia de Dios no como un castigo severo, sino como una misericordia que transforma.
¿Dios cómo “justifica al ser humano, o cómo lo hace justo? La respuesta bíblica es clara:
“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” (Romanos 1:17)
Dios justifica al ser humano al enviar a Su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz en su lugar. Si la persona acepta ese sacrificio, creyendo que Jesús murió por los pecadores y reconociéndose a sí misma como tal —arrepentida—, entonces Dios le perdona todos sus pecados y la declara “justificada” en Cristo.
La justificación no se obtiene por nuestras obras, sino únicamente por la fe.
El hombre justo es aquel que agrada a Dios porque vive conforme a Su voluntad. Sin embargo, no hay justo en la Tierra. Solo Uno es justo: Jesucristo. Aun así, Dios se propuso hacernos justos —justificarnos— a nosotros, los seres humanos caídos, y lo ha hecho de una manera especial:
1. Tomando nuestro lugar en la cruz, donde fue crucificado el “viejo hombre” —nuestro yo pecador y caído—.
2. Entrando en nuestros espíritus para iniciar desde allí una transformación profunda.
El evangelio revela la justicia de Dios
Si creemos que esto es posible y nos rendimos con fe a Dios, permitiéndole obrar Su obra salvadora en nosotros, esa transformación se convierte en una realidad. Es por la fe que recibimos la vida sobrenatural que viene de Dios, y por esa misma fe vivimos. La vida cristiana es, en esencia, una vida de fe en el poder de Dios.