Israel clamó a Dios y Él escuchó su oración y llamó a Moisés a liberar a Israel de esta terrible opresión en Egipto.
¿Y Qué Hago si no Me Creen?
Moisés volvió a preguntar: ¿Y qué hago si no me creen ni me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen: El Señor no se te ha aparecido? (Éxodo 4:1, NVI).
En Éxodo 4:1-5. Israel se había visto reducida a la esclavitud y sus hijos habían sido asesinados por orden de un vil rey. En su dolor, Israel clamó a Dios y Él escuchó su oración y llamó a Moisés a liberar a Israel de esta terrible opresión.
En Éxodo 3:10, Dios le habló a Moisés muy claramente acerca de Su propósito para su vida y le dijo que lo enviaba a liberar a Su pueblo de Egipto.
“Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel” (Éxodo 3:10).
Las palabras “te enviaré” eran muy claras. Dios le estaba dando a Moisés una orden muy específica y Moisés sabía que esas palabras estaban dirigidas a él.
Quizás él se sentía indigno para esta tarea, pero no había duda de la voz y del llamado de Dios en su vida. Moisés podría ir con la absoluta confianza de que él era el que Dios había llamado para esta tarea en particular.