NTRODUCCIÓN A LA COMIDA SÓLIDA
PRÓLOGO
1. Las Escrituras están llenas de paradojas, a veces tan opuestas que parecen dos cosas diferentes. Por eso hay diferentes sistemas teológicos basados en la misma Biblia, algunos totalmente opuestos, como la Teología del Pacto, Las Dispensaciones, Testigos de Jehová, Mormones, Católicos, Armnianos, Calvinistas, Adventistas, etc. Todos con la misma Biblia y oponiéndose, interpretando su contenido usando diferentes sistemas de interpretación.
2. Por ejemplo: Yo me crié en una Iglesia Pentecostal Arminiana, dispensacionalista, premilenialista. Con esta predisposición o convicción a priori, al leer la Biblia, yo la dividía en dispensaciones casi sin notarlo, subrayaba los textos premilenialistas, los textos que me hacían pensar que la salvación puede perderse, y hasta decíamos que uno podía tener a Cristo en el corazón y no tener todavía el Espíritu Santo. Mi Dios era Arminiano, dispensacionalista, premilenialista y Pentecostal.
3. Durante la renovación espiritual carismática que experimentamos en Argentina en los años 60’s, comencé a tratar con hermanos de diferentes denominaciones y a peguntarles a ellos mismos lo que creían y por qué lo creían. Descubrí que mi teología era demasiada playa o poco profunda. Comencé a estudiar las teologías de mis nuevos hermanos y comencé a enriquecerme. Comencé a ver los diferentes puntos de vista y los textos que yo no subrayaba y ellos sí.
El resultado más positivo que logré fue la humildad teológica no subrayé más mi Biblia. Decidí leerla y aceptarla tal como es aunque no la entendiera, sin tratar de torcer el significado para que concuerde el sistema teológico de mi denominación. Comencé a prestar más atención a la hermenéutica y a consultar más los textos originales. Algunas cosas no eran tan claras en la Biblia como yo las veía antes.
Comprendí que Dios no era Asambleas de Dios. Me entristeció mucho cuando otros hermanos, en el mismo movimiento adquirieron una actitud menos humilde algo así como “ahora que recibí el poder del Espíritu Santo, soy más Bautista que antes”, “Ahora que soy carismático, soy más devoto de la Virgen que antes”, etc. En mí ocurrió lo opuesto. Al ver a Dios obrar en todas las otras denominaciones, me interesé más en conocer el corazón de ese Dios que hacía eso, que en reforzar mi propia teología.
Yo diría que antes, mi teología era mi Dios. Por eso digo que durante esa renovación, recibí la bendición de la humildad teológica. En vez de ser más Asambleas de Dios, fui menos Asambleas de Dios y más centrado en el Reino espiritual de Dios, que no es tan fácil de definir como lo es una denominación o sistema teológico.
4. Creo que lo que antes me ocurría a mí y a los que me rodeaban, era que primero aceptábamos un sistema de pensamiento, luego enfatizábamos los textos que apoyaban ese sistema. Cuando algún texto no concordaba con nuestro sistema aceptado de antemano, lo ignorábamos, lo torcíamos para que concuerde o decíamos que era un texto de difícil interpretación y seguíamos con nuestras ideas.
Cuando de joven preguntaba a mis pastores sobre un texto que contradecía algo de nuestras creencias, siempre me contestaban: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre...” Deuteronomio 29:29. Evidentemente, para mis pastores, las reveladas era la teología de nuestra denominación. Todos los textos que nos contradecían eran las “cosas secretas”. Eso me tapaba siempre la boca, nunca les podía contestar, era un argumento fuertísimo. Todo lo que no entendíamos, era un “secreto de Jehová”, pero entonces, si era un secreto, ¿por qué Jehová permitió que se escribiera?
5. Cuando durante la renovación espiritual en mi país, conocí preciosos hermanos de otras teologías, tuve un gran sacudón no solamente espiritual al descubrir más de Dios y emocional al comenzar a amar a nuevos hermanos, sino también intelectual comenzando a escudriñar las Escrituras Sagradas sin los lentes de mi denominación. Comencé a interesarme en lo que creían mis otros hermanos amados por Dios y por qué lo creían y descubrí que no había tantos “secretos de Jehová”, sino que yo necesitaba una mente más amplia, y ser menos perezoso en escudriñar más las Escrituras sin miedo a los textos “difíciles”. Casi todos leemos las Escrituras con sinceridad, pero con un sistema de interpretación preconcebido, sin mala intención, pero preconcebido.
Para comprender más la verdad Bíblica, uno debería examinar los otros sistemas teológicos con el mismo espíritu honesto y así tener una idea más panorámica del asunto. Al fin y al cabo, la teología bíblica es tener en cuenta TODAS las referencias bíblicas sobre cada tema, desde Génesis hasta Apocalipsis y conocer más profundamente también la Historia del Cristianismo, considerando las sectas que la Iglesia de su época llamó herejía. Para esto hay que ser muy estudioso y tener una mente muy libre. Por supuesto, ¿quién tiene tiempo de dedicarse a esto, especialmente si uno es pastor?
6. Esto es lo que procuro hacer en esta serie de “Comida Sólida”. Ahora que estoy jubilado, tengo mucho más tiempo para orar, meditar y tratar de leer las Escrituras sin ningún velo 2 Corintios 3.15.Nombro a esta serie “Comida Sólida”, precisamente porque seguro caerán pesadas a nuestro estómago intelectual. Son otros puntos de vista muy diferentes a lo que estamos acostumbrados. Leche es estudiar siempre lo mismo que ya sabemos Hebreos 6:1-3. Comida sólida es entrar en lo que hasta ahora era misterioso, “secreto”. No se trata de comenzar un sistema nuevo de teología sino de dialogar para aprender y salir del aburrimiento religioso.
Se trata de considerar Escrituras que hasta ahora no les prestamos ninguna atención, o mirar los clásicos pasajes en un marco más amplio. Por ejemplo, no ubicar los pasajes bíblicos dentro del marco de nuestra denominación, sino en el marco del Reino espiritual y cósmico de Dios.
Al considerar pasajes bíblicos no considerados y al considerarlos dentro de un marco más amplio, deberían provocar preguntas al lector neutro, honesto y ser un desafío, diálogo y discusión enriquecedores. Con estas meditaciones, los sedientos de conocer más a Dios, a Jesús, su Gracia y su Reino y exponerse a otros puntos de vista, estaremos de fiesta; pero los perezosos, que no quieren tomar tiempo para leer, estudiar, comparar y orar, los que dicen: “¡Para qué me voy a complicar la vida si siempre creí así!”, se pondrán furiosos.
Este desafío no es para ellos. Tampoco es para comenzar nuevas doctrinas. Estas charlas diferentes a lo que hemos oído siempre son para enriquecernos espiritualmente, obligarnos a escudriñar más el Santo Libro que Dios nos regaló, abrir nuevos horizontes y no crear, sino descubrir como Cristóbal Colón, nuevos continentes espirituales, que existían pero que no conocíamos.
1. LA NECESIDAD DE COMIDA SÓLIDA
Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar.” Juan 16:12
Pablo dijo: “no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo. En verdad, ni aún ahora podéis, porque todavía sois carnales. Pues habiendo celos y contiendas entre vosotros, ¿no sois carnales y andáis como hombres?” 1Corintios 3:1-3
“Acerca de esto tenemos mucho que decir, y es difícil de explicar, puesto que os habéis hechos tardos para oír. Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido. Porque todo el que toma solo leche, no está acostumbrado a la palabra de Justicia, porque es niño. Pero el alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal. Por lo tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas y de la fe hacia Dios, de la enseñanza sobre bautismos, de imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno...” Hebreos 5:11-6:2
2. DEFINICIÓN DE COMIDA SÓLIDA
Leche es lo ya conocido, es ciencia. Un niño de leche toma siempre lo mismo. Tomar leche es seguir estudiando lo mismo que ya sabemos. Comida sólida es lo desconocido, es sabiduría, es entrar en territorio inédito, lo que todavía no sabemos.
Ciencia es lo que se puede aprender en la escuela o universidad. Sabiduría es el don que tienen los sabios, que entran en lo desconocido y hacen descubrimientos. Una vez descubierto, eso pasa a ser ciencia. Los Sabios son los que hacen la ciencia y crean el conocimiento. Cualquiera puede ir a estudiar ciencias a la universidad y llegar a ser un científico, pero no todos son sabios. Comida sólida es revelación o sabiduría.
33¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! 34Pues, ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR?, ¿O QUIEN LLEGÓ A SER SU CONSEJERO?, 35¿O QUIEN LE HA DADO A ÉL PRIMERO PARA QUE SE LE TENGA QUE RECOMPENSAR? 36Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén. Romanos 11:33-36
6Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero una sabiduría no de este siglo, ni de los gobernantes de este siglo, que van desapareciendo, 7sino que hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta que, desde antes de los siglos, Dios predestinó para nuestra gloria; 8la sabiduría que ninguno de los gobernantes de este siglo ha entendido, porque si la hubieran entendido no habrían crucificado al Señor de gloria; 9sino como está escrito: COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO, NI HAN ENTRADO AL CORAZON DEL HOMBRE, son LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN. 10Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. 11Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, 13de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales. 14Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente. 15En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie. 16Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR, PARA QUE LE INSTRUYA? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 1Corintios 2:6-16