Introducción
Muchos países celebran su libertad en el mes de julio: Canadá el 1º, Estados Unidos el 4, Venezuela el 5, Argentina el 9, Francia el 14 y Perú el 28. El significado básico de “libertad” es “libertad para escoger”. Hay diferentes clases de libertad: nacional, política, personal y espiritual. En la famosa Carta Atlántica, los líderes juraron luchar por (1) libertad de expresión y de prensa, (2) libertad de religión, (3) libertad del temor y (4) libertad de la escasez.
El valor de la libertad
En la lucha de las colonias norteamericanas por lograr su libertad, el patriota Patrick Henry dio fin a su apasionado discurso con las palabras: “Yo no sé qué rumbo seguirán los demás, pero en cuanto a mí, ¡dadme libertad o dadme muerte!” El lema nacional de Francia es: “Liberté, egalité, fraternité”. (“Libertad, igualdad, fraternidad”.) En años recientes el valor de la libertad se ha demostrado por los miles de personas que lo han sacrificado todo y han puesto en peligro su misma vida para escapar de su país natal que les ha negado la libertad.
El precio de la libertad
Jamás debemos olvidar los sacrificios de nuestros antepasados que dieron su vida por la libertad que poseemos. Para poder mantener esta libertad debemos recordar que: “El precio de la libertad es la constante vigilancia”.
La libertad espiritual
Ésta es la más importante de todas (Juan 8:31-36) • Su proveniencia – Cristo (Romanos 8:21) • Su naturaleza – libertad del pecado, de su poder y castigo (Romanos 6:14,22,23) • Libertad del temor (Salmo 23:4; 27:1) • Libertad de la escasez (Salmo 23:1; Filipenses 4:19)
Cómo se obtiene
Con el conocimiento de la verdad (Juan 8:32; Juan 14:6)
Cómo se mantiene
(Gálatas 5:1). • Permanecer en la verdad (Juan 8.31; 1 Corintios 8:9) • Ser llenos del Espíritu (2 Corintios 3:17) • Resistir al enemigo (Santiago 4:7; Efesios 6:10-18) ¿Es usted libre? Usted tiene la libertad de escoger. No sea como los judíos que estaban bajo esclavitud pero no lo admitían. Usted puede tener libertad espiritual ahora. El precio ya se pagó. Lo que sea que lo ata, Cristo quiere libertarlo. “Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36).
Jeter, Hugh. 52 Estudios Biblicos (Spanish Edition) (Posición en Kindle407-436). lactoday. Edición de Kindle.