Empezaremos nuestro estudio del cristianismo básico analizando la forma en que se generaron, históricamente, las diferentes iglesias o denominaciones cristianas.
Durante los primeros 1300 años de existencia, el cristianismo estuvo limitado geográficamente, casi exclusivamente, a los países que ahora constituyen Europa. Políticamente creció y se extendió dentro del Imperio Romano, durante los primeros 400 años, y en lo que llegó a ser el Sacro Imperio Romano Germánico durante los siguientes 900 años.
Ese extenso territorio tuvo como lengua oficial al idioma latín. La unidad cultural que proporcionaba el Imperio Romano, con su filosofía, su estructura política, su herencia cultural greco-romana, y su idioma común, estuvo acompañada de una estructura eclesiástica común, la Iglesia Católica Romana, y una enseñanza cristiana común, el catolicismo. De hecho las ceremonias religiosas de esta iglesia continuaron celebrándose, en todo el mundo, en el idioma latín, hasta principios de 1970.
Durante el período comprendido entre los años 1300 y 1500 empezaron a diferenciarse las culturas nacionales europeas. Este proceso se inició con el nacimiento de las lenguas romances, y con la definición de otros idiomas nacionales como el inglés, el holandés, y el alemán.
El italiano empezó a surgir como un idioma nacional a partir de la publicación de "La Divina Comedia", de Dante Alighieri, en el año 1321; el español con la publicación de "El Cantar del Mío- Cid", anónimo, en 1307; el inglés con la publicación de "Los Cuentos de Canterbury", de Geoffrey Chaucer, en 1387, etc.
El nacimiento y definición de estas lenguas nacionales marcó el inicio de nuevas culturas nacionales, diferenciadas de la cultura romana que había sido común durante los 1300 años anteriores. Y esta diferenciación de culturas originó la diferenciación de las interpretaciones del cristianismo.
El proceso empezó en Alemania, que fue el primer lugar en el que se publicó la Biblia en el idioma propio del país, en lugar de publicarse en latín como se había hecho durante 13 siglos. De la naciente cultura alemana surgió el luteranismo. De la naciente cultura escocesa surgió el presbiterianismo, de la cultura inglesa nacieron los bautistas primero y los metodistas después.
Los países que iniciaron culturas basadas en lenguas romances, íntimamente relacionadas con el latín, como España, Francia e Italia, heredaron la interpretación bíblica de la cultura romana, esto es, la interpretación Católica Romana.
Esta estrecha relación entre la cultura y la interpretación bíblica del cristianismo, se ve confirmada por los tipos de iglesias que heredaron las nuevas colonias establecidas en el Nuevo Mundo. Los países de Latinoamérica, colonizados por España, bajo el gobierno de los Reyes Católicos, heredaron la interpretación católica del cristianismo.
Los Estados Unidos de América, y el Canadá, colonizados por Inglaterra principalmente, y en pequeña escala por otros países como Alemania y Holanda, heredaron las interpretaciones bautistas, calvinistas, luteranas, presbiterianas y metodistas de las culturas inglesa, holandesa, alemana y escocesa.
Si profundizamos un poco mas en nuestro análisis del origen de las diferentes interpretaciones del cristianismo, podemos ver la manera como los diferentes rasgos culturales de cada país o región, influyeron en la formación de las diferentes interpretaciones bíblicas del cristianismo.
Para simplificar lo más posible nuestro análisis, consideraremos que las culturas se diferencian entre sí, unas de otras, principalmente por su filosofía, o manera de pensar, y por sus costumbres sociales.
Consideremos el caso de la formación de la interpretación del cristianismo en la cultura X.
Cuando llega el cristianismo a la cultura X, empiezan paulatinamente a diferenciarse algunas doctrinas bíblicas, x1, x2, y x3, como las enseñanzas fundamentales del cristianismo. Al irse mezclando las doctrinas bíblicas x1, con la filosofía X, característica de la cultura X, empieza a diferenciarse la teología X.
Al irse mezclando las doctrinas bíblicas x2, con las costumbres sociales X, características de la cultura X, empieza a diferenciarse la tradición religiosa X. 3
Otro grupo de doctrinas bíblicas, el x3, permanece prácticamente inalterado y constituye la doctrina X. Y de esta manera vemos que se ha formado una nueva interpretación del cristianismo, característica de la cultura X, la cual, con el tiempo, llega a institucionalizarse como la denominación X.
A su vez esta interpretación particular X del cristianismo, produce en las personas que la practican ciertos rasgos característicos: una enseñanza religiosa X, la cual a su vez influye sobre la forma de vivir X, sobre la forma de adorar X, y sobre la estructura organizacional X, de los cristianos de esa denominación X.
Cuando el cristianismo llega a otra cultura diferente Y, se diferencian otras doctrinas bíblicas y1, y2, y y3, como las enseñanzas fundamentales del cristianismo, las cuales al combinarse con la filosofía Y las costumbres sociales Y, producen una teología Y, una tradición religiosa Y, y una doctrina Y, las cuales a su vez producen una enseñanza religiosa Y, la cual a su vez produce una forma personal de vivir Y, una forma de adorar Y, y una estructura organizacional Y, para la denominación religiosa Y.
Si tratáramos de determinar cuales fueron las doctrinas bíblicas (x1,x2,x3), las (y1,y2,y3), las (z1,z2,z3), etc., en las cuales se basaron las actuales denominaciones X, Y y Z, cuando se formaron sus doctrinas, filosofías y tradiciones, con el propósito de definir de esa forma un cristianismo básico, nos encontraríamos frente a una tarea monumental, puesto que tendríamos que leer y estudiar libros y más libros, de teólogos y más teólogos, lo cual constituiría una tarea interminable.
Consideraremos otra forma diferente, más práctica y más fructífera, de enfocar este mismo problema de tratar de definir un cristianismo básico.