¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo?
Hay nueve listados en 1 Corintios 12.8-10.
1. El mensaje de sabiduría (palabra de sabiduría).
Definición: la habilidad de buscar y aplicar la verdad de Dios a la vida; por revelación divina, declarando los pensamientos y planes de Dios como ayuda para manejar una situación particular.
Ejemplos: Salomón (1 Reyes 3.24-28), Jesús (Juan 20.20-26).
Esto es la misma base de nuestra aproximación a otras personas en el ministerio. Sin el don de la sabiduría de Dios nos encontraremos entrando en situaciones a ciegas, haciendo juicios erróneos, haciendo acciones precipitadas e impertinentes, y quizás dejando una estela de malentendidos y daños.
La sabiduría de Dios es la habilidad de ver las cosas como las ve Dios y de formarse una idea del corazón del asunto de tal manera que conoceremos lo que es correcto, y sabremos qué hacer dentro de un contexto particular.
Recuerda, puede que la palabra de sabiduría no sea el mensaje dado a otra persona, sino al contrario, la palabra recibida por la persona que ministra, directamente del Señor en su propio espíritu, que traerá la perspicacia y entendimiento esencial para el momento.
2. El mensaje de conocimiento (palabra de ciencia).
Definición: la habilidad de saber la verdad por la impresión del Espíritu Santo; por revelación divina, conociendo ciertos hechos en cuanto a una persona o situación.
Ejemplos: José (Génesis 41.25-32); Eliseo (2 Reyes 6.8-12); Jesús (Juan 14.17-18; Mateo 21.2-3).
La palabra de ciencia también es un don de entendimiento, pero es más probable que una palabra de ciencia sea compartida con la otra persona involucrada de manera directa. Muchas veces contendrá elementos que descubrirán la verdad para los dos y capacitará áreas mucho más profundas para que sean tocadas, que las que estaban previamente accesibles al Espíritu Santo.
Los dones de sabiduría y ciencia muchas veces operan juntos, porque se necesita el primero para saber manejar y aplicar el segundo.
3. Fe
Definición: la habilidad de confiar en Dios más allá de lo probable y levantar la visión de otros; una capacitación divina de confiar y estar seguro de que Dios va a demostrar Su poder en una situación determinada.
Ejemplos: Josué (Josué 10.12-14); Elías (1 Reyes 18.17-40); Jesús (Marcos 4.37-40; Juan 11.41-44).
La fe es el don que trae certeza y confianza en una situación ministerial. A través del don de fe ganamos la certeza de lo que Dios se propone hacer, y nos es dado el poder de creer con expectación de que esto sucederá.
4. Dones de sanidad
Definición: la habilidad de administrar la vida de Cristo en sanidad a una persona espiritual, emocional o físicamente; una capacitación divina de impartir el poder de Dios para sanar.
Ejemplos: Jesús (Marcos 1.29-31; Marcos 3.1-5; Felipe (Hechos 8.6-7); Pablo (Hechos 14.9-10).
La palabra “dones” está en plural, porque existen muchos diferentes dones de sanidad que nos son dados según las muchas diferentes enfermedades y traumas que sufre la gente. No es extraño que una persona tenga la capacidad de sanar una cierta gama de enfermedades, o en relación con particulares necesidades emocionales.
5. Poderes milagrosos (el hacer milagros).
Definición: la habilidad de ejercer hechos contrarios a las leyes naturales con un poder más allá de la capacidad humana; una capacitación divina de ejercer hechos sobrenaturales.
Ejemplos: Eliseo (2 Reyes 4.1-17); Jesús (Juan 2.1-11; Lucas 9.16-17); Esteban (Hechos 6.8).
Un milagro es algo más allá del proceso de la sanidad espiritual o las leyes naturales. Es un suceso que cuenta totalmente con la intervención directa de Dios y que produce resultados que manifiestan el poder extraordinario de Dios. Por ejemplo, resucitar a los muertos, transformar agua en vino, colocar nuevamente o hacer crecer extremidades que faltan, etcétera.
6. Profecía (1 Corintios 14:1-6, 22-23-40).
Definición: la habilidad de comunicar o transmitir un mensaje especial de Dios que está en el idioma de ambos, orador y oyente; comunicando un mensaje revelado del corazón de Dios en una situación determinada (a veces relacionado con sucesos futuros).
Ejemplo: Isaías (Mateo 13.14); Jesús (Mateo 24.3-42; Juan 21.18); Agabo (Hechos 11:27-28).
La profecía es para la edificación de la iglesia. La declaración profética es muy directa y contiene en ella la necesidad de una respuesta.
Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. (1 Corintios 14.3).
7. La habilidad de distinguir entre espíritus (discernimiento de espíritus)
Definición: la habilidad de distinguir entre la verdad y el error y entre lo bueno y lo malo; por revelación divina, tener discernimiento de qué clase de espíritu está presente en una persona o situación determinada.
Ejemplos: Juan el Bautista (Mateo 12.34); Jesús (Lucas 13.11-16; Juan 8.44), Pablo (Hechos 13.6-12).
Este es el don de discernimiento. Se nos ha dicho que probemos los espíritus y veamos si son de Dios (1 Juan 4.1). Es por medio de este don de discernimiento espiritual que podemos saber mejor con qué clase de espíritu tratamos en cualquier situación dada.
8. Diferentes clases de lenguas (1 Corintios 14.1-28).
Definición: la habilidad de hablar en una lengua de hombre o de ángeles no aprendida previamente por el orador.
Ejemplos: los apóstoles (Hechos 2.4); los creyentes en la casa de Cornelio (Hechos 10.46); Pablo (Corintios 14.18).
El don de lenguas es muy importante en la situación ministerial.
Porque el que habla en lenguas, no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios… El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica. (1 Corintios 14.2-4).
El ejercicio personal del don de lenguas puede ser el medio por el cual estamos abiertos a los otros dones. Por ejemplo, al orar en lenguas en nuestro espíritu, llegamos a ser muy sensibles a la voluntad de Dios en la situación y a su guía de lo que es correcto hacer en ministerio.
9. Interpretación de lenguas (1 Corintios 14.13, 26-28).
Definición: la habilidad de interpretar el significado de una lengua, aunque el intérprete no ha aprendido el idioma, poder entender el significado de lenguas desconocidas en un idioma entendible.
Este don suele ser más apropiado en un ambiente corporal donde el Espíritu responde por la interpretación al ejercicio de don de lenguas. Lo que viene es el equivalente dinámico de lo dicho en lenguas.
No es una traducción, en realidad, se podría calificar más bien como una respuesta. El mensaje en lenguas es usado por el Espíritu para atraer atención al hecho de que Dios quiere hablar, e intensifica la expectación.
El intérprete da la Palabra de Dios para que todos puedan entender, juzgar y actuar en lo dicho. El don de interpretación de lenguas se puede usar también normalmente, en un ambiente corporal, para interpretar la ofrenda personal en lenguas de un individuo al Señor.
Recuerda que todo don del Espíritu necesita muchas veces la operación de alguno de los otros dones para que sea eficaz, por ejemplo, puede que los dones de sanidad necesiten los dones de fe y discernimiento para operar eficazmente; o el don de fe puede necesitar los dones de sabiduría y discernimiento para operar eficazmente.
Los dones son interdependientes, y el Espíritu Santo nos capacitará en el ministerio, en cualquiera de los dones que sean necesarios para alcanzar lo que Dios quiere que hagamos en la situación dada.