Santidad (1 Pedro 1:16). Estudio Bíblico por Hugh Jeter
¿Qué quiere decir santidad, y por qué es tan importante? La palabra “santidad” y la palabra “santificación” son sinónimos y a veces se usan intercambiablemente.
El significado es “separación” – separación del pecado, y separación (apartar o consagrar) para Dios y su servicio. La santidad es un atributo esencial de Dios.
Es su divina naturaleza (Isaías 6:3), y con frecuencia es llamado “el Santo de Israel” (Isaías 41:14). A Dios le gusta la santidad (1 Crónicas 16:29).
Dios dejó sus instrucciones para sus seguidores en la Santa Biblia. La santificación es, en realidad, el proceso de hacerse santo.
En el Antiguo Testamento no sólo se limpiaban a los sacerdotes, sino también se limpiaban las vasijas para el templo y se apartaban para sus respectivos servicios. Eran “santificadas”.
¿Y qué de hoy? Creemos que la santificación tiene tres aspectos:
1. Instante – limpieza y purificación recibida al nacer de nuevo (1 Corintios 1:2,20; 6:11)
2. Progresiva – (2 Corintios 7:1; Efesios 4:22-24)
3. Completa – cuando Cristo venga por los suyos (1 Juan 3:2)
Jesús nos dio un ejemplo de una vida santa (Hebreos 4:15).
¿Por qué santidad?
1. Es la voluntad de Dios (1 Tesalonicenses 4:3).
2. Dios lo manda (1 Pedro 1:16).
3. Para ser como nuestro Padre celestial (1 Pedro 1:16).
4. Para poder entrar al cielo (Hebreos 12:14).
5. Se nos llama a ser santos (1 Tesalonicenses 4:7).
Se debe notar que la santidad no está determinada por las apariencias externas, sino por la limpieza interna (1 Pedro 3:3,4). Sin embargo, la condición de nuestro corazón y de nuestra alma se reflejará en nuestra apariencia externa.
¿Cómo se obtiene la santidad?
1. A través de la Santa Biblia (Juan 15:3; 17:7; Efesios 5:26)
2. Al caminar en la luz (1 Juan 1:7). Debemos obedecer la luz de la Palabra según se nos revela.
3. La sangre de Cristo nos limpia (1 Juan 1:7).
4. La vida de Cristo interna (Colosenses 1:27)
5. Al seguir siendo llenos del Espíritu Santo (Efesios 5:18)
6. Al obedecer las correcciones de Dios (Hebreos 12:9,10)
7. Al participar de la divina naturaleza (1 Pedro 1:4)
Las recompensas de la santidad:
1. Los puros de corazón verán a Dios (Mateo 5:8).
2. Cristo viene por una Iglesia gloriosa – santa y sin mancha (Efesios 5:27).
3. El cielo es un lugar santo, preparado para un pueblo santo (Apocalipsis 21:27).
Aunque quizás podamos cometer algunos fallos en nuestra búsqueda de la santidad, podemos orar como David: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio. . . y no quites de mí tu Santo Espíritu” (Salmo 51:10,11).
Él perdonó a David, y Él lo perdonará a usted. Hagamos lo mejor que podamos para ser como nuestro Padre celestial, santos y aceptables ante Él.
Hugh Jeter. 52 Estudios Biblicos