Nuestros antepasados lo llamaban “el santo shabat” (sábado). Nuestros abuelos “el shabat”. Nuestros padres “domingo”. Pero hoy en día simplemente nos referimos a él como “fin de semana”.
Un amigo me acusa de comportarme como si yo fuese un “hacer humano” en vez de un “ser humano”. Vivimos en un mundo donde la mayoría de nosotros entiende excepcionalmente bien como trabajar duro y mantener muchas actividades, pero se olvida como descansar.
La palabra “shabat” literalmente significa “descanso”. Dios nos dio el padrón para descanso en Su lista de “valores por los cuales vivir” en Éxodo 20. Nosotros la conocemos como “Los Diez Mandamientos”.
En cuarto lugar en esta lista figura la amonestación de observar el “shabat” como “día santo”: “Mas el séptimo día es reposo para el Señor tu Dios” (Éxodo 20:10)
En su sabiduría, Dios sabía que, habiendo oportunidad, la humanidad trabajaría hasta la muerte, y nunca reconocer la importancia de hacer una pausa para recargar energía y dar vigor al espíritu. Así, Él incorporó el mandamiento para el descanso en Su lista de las “10 principales reglas de la vida”.
Descanso. Frederic Taylor fue un joven ejecutivo ambicioso, que trabajó en una grande usina de acero durante la guerra hispano-americana de 1890.
En aquellos días no había grúas para cargar las barras de acero en los vagones de la ferrovía. Era un trabajo manual insano. Taylor instituyó un sistema en el cual un silbato sonaba siempre que un hombre había cargado acero por doce minutos. Entonces él debería sentarse y descansar.
Después de tres minutos de descanso, el silbato sonaba nuevamente como señal para que él volviera a trabajar. Resultado: el volumen de acero embarcada por día subió espantosos 276%. En vez de desperdicio de tiempo, el descanso obligatorio multiplicó la eficiencia y la productividad.
Reflexión. “El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño” (Proverbios 22:3).
¿Cómo puede saber para donde quiere ir, si no para mirar hacia atrás y ver donde estaba, evaluando de manera realista donde está ahora, para establecer un plan que pueda llevarlo donde quiere llegar? ¿Usted tuvo éxito en su trabajo durante la semana pasada? ¿Y en su matrimonio? ¿Y como padre? ¿Y en su vida personal? ¿Usted se mantiene en forma físicamente? ¿Cómo va emocional, intelectual y espiritualmente?
No podemos siquiera comenzar a responder estar preguntas, si continuamos sumergidos en nuestras actividades diarias, sin darnos la oportunidad de parar para reflexionar sobre lo que estamos haciendo, y porque.
Restauración. Ninguna batería durará mucho tiempo sin ser recargada. El elástico perderá su elasticidad y fuerza si no le es permitido retornar a su estado de “no estirado”. Los seres humanos son parecidos.
Necesitamos del estrés del trabajo, ejercicio y presiones para motivarnos, para no vegetar. Esto nos ayuda a tener propósitos, dignificado y dirección. Pero también necesitamos periodos regulares de restauración personal, física, emocional y espiritual. Necesitamos recargar nuestra energía y aclarar nuestra visión, entes de retornare al campo de batalla.
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Texto de autoría de Rick Warren, renombrado conferencista y prelector, fundador de la Comunidad Valle del Saddleback. En sus libros y palestras, siempre enfatiza como aplicar principios bíblicos a la vida cotidiana. Él vive en Orange, CA, USA. Usado con permiso..Traducción de Alicia Gonzales Lemos.