Una Nueva Respuesta a las Interrogantes de la Vida
En aquellos primeros días de obra misionera en África, lo que los africanos escuchaban de los misioneros no concordaba con su manera de pensar. Los misioneros predicaban acerca de Dios pero Él estaba en un cielo lejano. Sus obras eran “espirituales” pero no reales o posibles. No había evidencias ni demostraciones del poder divino. Un Evangelio que no era sobrenatural no podía tener ningún vínculo con la religión africana.
Lejos de adaptarse, los misioneros simplemente trataron las experiencias africanas como cosas ficticias e imaginarias. Usando una estrategia agresiva, ellos atacaron sus fundamentos. Para ser considerados cristianos, los nuevos convertidos tenían que pensar como los europeos y debían adoptar un punto de vista religioso secular. Sin embargo, eso era algo casi imposible, como lo es al día de hoy.
Los africanos nunca van a poder ser persuadidos de que el mundo espiritual no existe; ellos saben que sí existe. Para ellos las dimensiones del mundo espiritual son tan reales como las del mundo físico. Los africanos han disfrutado de la educación moderna en Oxford y en Cambridge pero eso no ha cambiado su modo de pensar. De hecho, en un juego de fútbol en Kenya, un equipo acusó al otro de haberle puesto un hechizo a los postes de la portería. Era inútil tratar de persuadir a los africanos de que no creyeran ni en los espíritus ni en los hechizos.
La respuesta no era una confrontación entre Oriente y Occidente, sino la presentación de una verdadera perspectiva Bíblica. Jesús ofreció una nueva respuesta a las interrogantes de la vida – el poder del Reino de Dios. Reprender demonios era la señal de que Él era el Mesías y el sello del Reino de Dios. En Lucas 11:20, Jesús dijo: “Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros”.
La Cruz de Cristo Vence Todo Mal
África es como los países de los tiempos bíblicos, en los cuales las personas aceptaban, de forma natural, las cosas sobrenaturales, los ángeles y los demonios. Cristo no negó la existencia de estas cosas que oprimían multitudes. Él vino a libertarnos.
Mi labor como evangelista es igual. Yo predico la gloria de la Cruz de Cristo y la derrota de todas las fuerzas malignas. Echar fuera a los demonios es parte del Evangelio que yo predico en África. Usted no puede deshacerse de algo ignorando su existencia; sin embargo, usted puede derrotarlo por medio del poder de la Cruz.